Sasuke sollozaba desconsoladamente sobre la almohada, la cual ya estaba empapada por las gotas saladas que desprendían los ojos.
Itachi había llegado a casa, agitado, jadeante, con gotas de sudor corriendo por su nuca.
Sacó su calzar rápido y se adentró en la casa Uchiha, buscando a su madre.—¡Mamá!— gritó fuerte, haciendo su voz resonar por el lugar.
Sasuke, desde su habitación se sobresaltó, al igual que su corazón bombeó con fuerza al escuchar la distinguida voz de Itachi.
Uchiha Mikoto apareció por la escalera con un semblante de preocupación, mirando a su hijo mayor, que portaba la misma expresión en su rostro.
—¿Dónde está Sasuke?— soltó un jadeo al terminar con esfuerzos la frase.
—En su habitación— contestó relajando el semblante al saber que Itachi estaba así por su hermano, y no porque le hubiera ocurrido algo a él fuera de casa—. Llegó llorando— informó, viendo como los ojos de Itachi exigían una explicación.
Mikoto no agregó nada más, pero le dio un consejo a su primogénito.
—Habla con él, a mi no me dejó entrar. Ni siquiera me contestó cuando toqué la puerta. Desde afuera se escuchan los sollozos— fue lo último que dijo, su hijo había salido corriendo en dirección al cuarto de Sasuke.
Itachi subió rápido las escaleras, sintiendo como el corazón se le rompía con los lloriqueos de su pequeño amor.
¿Qué hice?
Se cuestionó una vez que la puerta de la habitación de Sasuke estaba a solo dos palmos de él.
Escuchó con claridad como su hermanito sorbía su nariz con algo de fuerza.
—Vete de aquí— reconoció como la voz de el pequeño azabache estaba quebrada.
—Sasuke, por favor— suplicó con una mano y la frente apoyada en la puerta —. Ábreme.
Con temor a que la voz se le quebrara, no deseó hablar más.
Tocó la puerta con un dolor inmenso en el pecho. Sintiendo una opresión en el corazón.
¿Eso era tener el corazón roto?
No obtenía respuesta de su persona favorita, siguió escuchando los continuos sollozos infantiles que dejaba escapar el niño.
Como última esperanza, corrió a su propia pieza, buscando desesperadamente la copia de la llave del cuarto de Sasuke. La opresión en el pecho aún no desaparecía.
Ya contando con la llave en la mano la adentró en el pomo, giró y su corazón golpeó fuerte su tórax al ver la espalda de su hermano crecer y disminuir entre varias exhalaciones.
Estaba hecho bolita en su cama, con los pies descalzos y mirando a la pared de color verde grisáceo.Itachi retiró la llave de la cerradura, la guardó en su bolsillo. Dio media vuelta y cerró la puerta nuevamente, colocándole el seguro como anteriormente había hecho Sasuke.
Se acercó con lentitud a la cama de su ototo sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos al ver a su más grande felicidad estar completamente desolado.
Subió a la cama y se recostó sobre su lado izquierdo, viendo todavía la pequeña espalda de su hermanito. Con temor, pasó su brazo encima de la cintura del azabache, intentando acercarlo a él. De nueva cuenta, un dolor inmenso se instaló en su ser al ver como Sasuke apartaba bruscamente su brazo y se arrimaba lo más posible a la fría pared, creando una larga distancia entre él e Itachi.Mikoto, que estaba al otro lado de la puerta, supo que todo estaba en orden al escuchar que el llanto de su pequeño Sasuke disminuía gradualmente.
Dándole privacidad a sus hijos, se retiró de la puerta, bajó las escaleras y salió de la casa sin rumbo alguno, sólo para recorrer las calles del barrio Uchiha. Dió un portazo algo fuerte para anunciar a sus hijos que había abandonado la residencia. Que podían hablar tranquilamente sin que sintieran la incomodidad de ser escuchados.
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Pequeño Hermano (Itasasu)
Hayran KurguGran parte en la existencia de Itachi, amó a su hermano menor. Por otra parte, Sasuke admiraba a su hermano, lo quería; era su ejemplo. Siempre vivió a su sombra e iba en la búsqueda para experimentar la superación y convertirse una vez, en la jacta...