❝Millionaire❞『•MinSung•』

35: ❝A través de una llamada.❞

Han JiSung

No había cerrado un ojo toda la noche, por mucho que mi mente intentó ser racional. La angustia crecía en mi interior con cada minuto que pasaba. Lo único que llegaba a mi cabeza era la posibilidad de no volver a verlo jamás y esto era tremendamente alterador.

El cielo alejó la oscuridad y de poco a poco la luz atravesó mi ventana, atrapándome con el mismo miedo que sentí a lo largo de la noche.

Agarré mi teléfono y marqué el número de MinHo, no antes de contar las horas que habían pasado. Ya debía haber llegado. La emoción que sentía fue pisoteada en el momento en el cual escuché la mensajería de su teléfono, aún seguía apagado.

Me levanté de la cama, poniéndome algo cómodo y bajé a la cocina. Era un sábado lleno de luz, los niños seguían dormidos y la única cara que pude ver fue la de Jacob, el amigo de Canadá de MinHo quien seguía en la sala central, totalmente cansado, arreglando unos papeles.

-Buenos días-lo saludé, dejé el teléfono en la mesa y empecé a preparar el café.

-Buenos días-dijo también, caminando decidido hacía mi-. ¿Tienes un minuto?-preguntó cuando llegó a mi lado.

-Si-me encogí de hombros y saqué dos tazas de café, entregándole una.

-Pues... -se sentó en la mesa a mi lado-, necesito tu firma-soltó algo incómodo.

-¿Mi firma?-fruncí el ceño-, ¿para que o que?

Entonces Jacob me empujó un papel que estaba bajo su mano. Era un documento oficial, donde estaba mi nombre y el de MinHo que estaba estipulado con claridad.

-Antes de irse decidió poner todo lo que él tenía a tu nombre-habló Jacob y giré la mirada hacía él-. Hasta que los niños lleguen a una edad que les permita legalmente a tomar sus herencias, el único que puede decidir algo que incluye todo lo que MinHo tenía, eres tú.

-¿Está loco?-gruñí molesto-¿por qué hizo eso?-pregunté y mi mente ya me dio la respuesta, una en cuál no quería ni pensar.

-Su herencia está divida, 30% a cada niño y lo que queda, 10% son tuyos, bueno, la parte de ustedes dos-aclaró Jacob-. Pero esto solo después de que... -lo interrumpí.

-No tocaré nada, MinHo regresará, espéralo y él te va a firmar todo lo que necesitas-me levante de la mesa molesto.

-JiSung... -dijo Jacob pero me giré hacía él nervioso.

-¡No!-alce la voz, a punto de seguir hablando cuando mi teléfono empezó a vibrar.

Con el corazón acelerado conteste la llamada que mostró el nombre de MinHo.

Estaba enfadado pero al mismo tiempo feliz por saber que está a salvo.

-Amor-conteste precipitado.

-Hola cariño, ¿cómo estás?-su voz logró provocar en mí una felicidad infinita-, ¿como están los niños?

-Bien, HaNeul y JeongIn aún no se han despertado, y el bebé está bien, también, tranquilo por el momento-sonreí.

-¿Y tú, amor?

-Yo estoy bien, te extraño mucho-suspire y lo escuché hacer lo mismo-. ¿Estás bien?

-Si, todo en orden.

-MinHo, no tomaré ningún cargo que incluya tu fortuna-hablé con claridad.

-Lo harás.

-No. Son tus cosas y eres tú quien debe encargarse de esto. De todos modos regresarás pronto.

-Escúchame bien, JiSung-su voz se volvió seria-. Vas a tomar todas las decisiones que se deban tomar, sin evadir ninguna.

-¿Por qué?

-Porque yo te lo digo-suspiró profundo-. Los niños tienen que tener todo lo que necesitan, las acciones deben seguir siendo o no presente. Toma todas las decisiones que consideres adecuadas.

-MinHo, yo no sé nada de esto. No puedo, no quiero hacerlo. Me equivocaré.

-¿Tú crees que hubiera dejado todo en tus manos si no confiaba en ti, Hannie?-pude adivinar una sonrisa en su rostro-. De todos modos hablé con JongHwi, el abogado que aún sigue encargándose de tu caso. Él te aconsejará por un tiempo, pero las decisiones finales las tomarás tú.

-Regresa pronto-sentí como mis ojos se pusieron cristalinos-, por favor.... -hablé con voz entrecortada-. Te amo.

-Yo también te amo-habló MinHo feliz después lo escuché gruñendo:-¡Diablos!

-¿Qué pasa?-pregunté preocupado y empecé a escuchar un par de voces-¡¿MinHo, que pasa?!-insistí y mi corazón se detuvo por un momento-¡Amor!-grité mientras de la otra parte del teléfono se escuchaban fuertes ruidos, disparos y gritos.

Jacob se me acercó y me miró fijamente a los ojos, preocupado y sin entender.

De mis ojos empezaron a caer un montón de lágrimas y mi cuerpo tembló como nunca antes lo había hecho.

-¡MinHo!-gritó Jacob en el teléfono, agarrándolo de mi mano-¡MinHo!-insistió también mientras lo miré con preocupación -. Colgó-habló poco después y un silencio se había creado en la casa, los dos nos mirábamos preocupados y sin palabras.

Teorías de que le pasó a MinHo...