GOLDEN GIRL ||F.W|| PAUSADA

𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜

Desde la noche que escucho aquella voz no había parado de escucharla, poco a poco descubrió que no solo era una voz, si no una fuerza más allá de las propias capacidades de Artemis. Sería poco decir que ella estaba aterrada y confundida, trataba de no dormir para no escuchar la voz, pero incluso despierta la escuchaba. Decir que Artemis se miraba destrozada era poco, los círculos morados debajo de sus ojeras, su cabello enmarañado, su piel más pálida de los normal y sus labios resecos. No favorecían su aspecto físico y para aumentarle el que estuviera distraída y distante a cada paso mucho menos.

...

Fred Weasley veía a su luciérnaga ir apagando su propia luz, la luz que tanto le gustaba y admiraba cada mañana.
Esa mañana en especial se decidió a pasar el día con Artemis, era sábado así que tenían el día libre, se ducho y vistió para salir a buscarla a su sala común. Al llegar a la entrada de la sala común de Hufflepuff se encontró con algunos chicos de primer año y les dijo si podrían sacar a Artemis pero pasaron los minutos y no salió. Fred cada vez se desesperaba más así que hizo lo mejor que sabía hacer, llamar la atención. Se aclaró la garganta y comenzó a gritar con todas sus fuerzas.
-ARTEMIS CHRUSE LANCASTER, OH BELLA DAMA DELEITAME CON VER TU HERMOSO ROSTRO, TUS HERMOSO OJOS AZULES Y TUS HERMOSOS LABIOS CARNOSOS, VEN A M- se vio interrumpido por Apolo que lo jalo dentro de la sala común, al mover un poco su cabeza se miraba a casi todos los alumnos viendo directo a el, regreso su vista a Apolo que tenía un cara de pocos amigos como era normal en el.
-Weasley siempre tan discreto y calmado, es lo que más me agrada de ti- dijo en un tono sarcástico, y para ser honestos muchos se preguntaban como Apolo había terminado en Hufflepuff ya que muy amigable no era, pero su lealtad rebasaba cualquier barrera.
-Vine a buscar a Artemis, últimamente se ve como un completo desastre y no he habl-
-Aver Romeo calmado, Artemis esta.... pasando por un momento difícil, ella... ella tiene miedo de que te alejes, pero iré a ver si ella quiere verte, es su decisión si quiere que lo sepas o no, no es mi obligación decírtelo- dijo Apolo para ir y decirle a una chica de un grado o dos menor a ellos alguna cosa, y la chica salió en una dirección específica.
Unos minutos más de espera la vi, se miraba tan tan rota, si cabello despeinado, sus ojos rojos por llorar supongo, su pijama puesta y sus ojos sin el brillo que la caracteriza.
-Hola- dijo ella casi en un susurro y evitando mi mirada
-Hola nena- dije tomando su cara entre mis manos y viendo sus ojos los cuales se miraban de un azul oscuro
-Cre-creó que es mejor ir a un lugar solo- y tomo mi mano guiándome a las habitaciones pero por lo que vi eran las de chicos, entramos a la habitación de Cedric y Apolo (lo se ya que lo decía en la puerta).
Al entrar ella se sentó en la cama y palmeó el lugar a su lado, ofreciéndome asiento, rápidamente me senté y ella comenzó a hablar.
-lo-yo-yo Lo lamentó mucho- hablo por fin Artemis
-Lamentar que Luciérnaga?- dije sin dejar de verla
-El alejarte- dijo para después aparta sus mirada a la ventaba
-Siempre hay un por qué- dije tomando su mentón haciendo que me mirara
-Es algo nuevo, es sobre los poderes creo, no es muy importante pero no se como controlarlo. Creo que me volveré loca sabes?- dijo acostándose en la cama y viendo a la masa
-y sabes una cosa?, aún si estás loca te seguiré queriendo- dije tomando su mano y entrelazándola con la mía
-Fred no, no quisieras estar con una loca, tienes una vida por delante y muchos sueños y no voy a ser yo quien te detenga en ellos- dijo limpiando una de sus lagrimas, me partía el corazón verla de esa manera
-Sabes? Yo estoy loco y aún así me quieres. Y frenar mis sueños?, Artemis has sido dueña de mis sueños desde que tenemos 11 años, Jamás van a ser sueños si no estas en ellos- dije para rodearla entre mis brazos y acostarnos, sentía mi camiseta un poco húmeda por las lagrimas que salían de sus bellos ojos. Yo solo permanecía acariciando su cabeza
-Fred te quiero muchísimo- dijo Artemis para tomar mi cara entre sus manos y besarme. Sin duda ella es la luz que ilumina mi vida y aunque esa luz esté rota siempre sabe iluminar.