Una historia paralela a Boku no Hero. Midoriya Izuku estudiante de universidad algo solitario con problemas en casa. Su madre es una jefa de una empresa exitosa y reconocida por todo el país, por lo que, permanece alejada del joven peli verde; su pa...
Era una noche fría y lluviosa, la luna se veía reflejada en algunos charcos que la lluvia dejaba tras su paso. Caminaba con la cabeza abajo dejando que el frío viento y el agua que caía del cielo mojara mi cabello verde y mi ropa por completo. Iba por una calle poco transitada pero aún así había personas quejándose de la lluvia.
- Estoy demasiado cansado. . .debo de volver a casa. . .- Dije haciendo el trayecto de siempre para ir a mi casa, hasta que recordé la discusión que tuve con mi hermanastra Uraraka, había estado tan concentrado en la lluvia que se me pasó por alto dicho acontecimiento anterior. Peleabamos casi la mayoría del tiempo por cosas sin sentido y otras porque ella me trataba como si fuera mi madre o algo más que simples hermanastros, me veía de una forma que me hacía sentir incómodo por verla como mi hermastra mayor solamente. Solté un suspiro y di la vuelta.
- No me queda de otra que dormir hoy en casa de Iida. . .espero que no le sea una molestia.
Tenya Iida, nombre de mi mejor amigo. Nos conocimos a principios de entrar al instituto, me defendió varias veces de los abusones que andaban tras de mí por lo que me volví muy unido a él al igual que él de mí. Cada recuerdo que tengo con él los conservo bastante, su situación es algo parecida a la mía, su hermano, Tensei Iida, falleció quedando sólo con su madre que se quedó totalmente a su cargo tras la muerte de su hijo mayor. Me gustaba hacerle sonreír para que no fueran tan amargos aquellos recuerdos de su hermano, pero, siempre que miraba a sus ojos hayaba una pizca de tristeza.
- Mejor creo que vuelva a casa, Uraraka debe de estar preocupada quizás y es tarde como para molestar a Iida. . .- Dejé de caminar y me puse a pensar soltando leves murmullos durante un tiempo hasta que un maullido me sacó de mis pensamiento e hizo calla; miré hacia mi derecha y nada, luego a la izquierda y ahí estaba el causante de aquel sonido animal. Se trataba de un pequeño gato con el pelaje, por la mitad derecha albina y la izquierda rojiza, al fijarme mejor ví su pata delantera herida además de unas más por su lomo y abdomen que no eran muy fáciles de ver por estar mojado. Me acerqué lentamente hacia él.
- ¿Estás bien pequeño? deja que te ayude. . .- Pero antes de que mis manos se posaran en su pequeño y mojado cuerpo felino me llevé un rasguño por mi brazo derecho siendo mi ropa desgarrada a su vez, me quejé levemente pero después de eso seguí con el intento de tomarlo y eso logré luego de unos minutos. Lo cubrí con mi chaqueta para que no se mojara más y le di una suave caricia por su mejilla.
- No tenías que haberme arañado. . .no tengo la intención de hacerte daño. . .
Observé sus ojos bicolor, uno era azul y el otro grisáceo, estos me envolvían en una calidez y a la vez fría calma que había logrado tranquilizarme como si no estuviera viendo a un animal, si no a una persona humana, extrañado por sentir aquel tipo sensación lo miré un poco más queriendo analizarlos, estaba claro que era un gato. Después de tomarme unos minutos para examinar al gato caminé de nuevo a casa, sabía que necesitaría cuidados especiales pero sobre todo un baño.
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