AMOR DE INFANCIA

18°

Cuenta Peter

—Menudo lío… —dijo Lali después de unos minutos de silencio.

La miré por el rabillo del ojo para asegurarme de que realmente estaba bien.

—Bienvenida a mi mundo. ¿Qué tal todo?—levantó los brazos y me enseñó las manos temblorosas.

—Un poco nerviosa, pero aún de una pieza. ¿Y tú?

—Rara vez llegan a más. Te acostumbras a ir por la calle con las cámaras parpadeando a tu
alrededor

—Es parte del trabajo, supongo

Lamentablemente, sí. La mayoría de las veces podía usar gafas de sol y una gorra de béisbol para mezclarme con la gente, pero no funcionaba siempre.

—Creo que deberíamos ir directamente al despacho de Vanessa. Tenemos que planificar cómo vamos a llevar todo esto

—¿Ahora?

—Sí. Huir no servirá de nada. No podemos quedarnos atrapados en una cafetería otra vez. No solo me seguirán a mí: se van a centrar en ti. Cuanto más tiempo estemos callados, más difícil será deshacernos de ellos

—Lo siento, debía haberlo hecho mejor —dijo en voz baja.

Giré a la izquierda, manteniendo los ojos en la carretera, pero alargué la mano para agarrar la suya. Estaba empezando a hacer eso mucho últimamente. Le sostenía la mano. La mantenía cerca. Notaba su olor. La tocaba. Le miraba el culo. Y, lo más importante, la follaba con los ojos.

—Si algo así vuelve a suceder cuando no estoy cerca, quiero que me llames de inmediato. Si no puedo ir, enviaré a alguien que pueda ayudarte. Si vamos seguir adelante con esto, necesito saber que te sientes cómoda. No quiero que tengas miedo a salir por mi culpa

—Estoy bien, Peter —me cubrió la mano con la suya, más pequeña— Si les dices quién soy o que estamos juntos, estoy segura de que al final se cansarán —suspiré.

—No lo creo. Eso probablemente llevará algún tiempo. Es una noticia demasiado jugosa como para que la ignoren

Cuando retiró la mano, yo también tuve que alejarme. Le entregué el móvil y le pedí que marcara el número de Tincho.

—¿Va todo bien, Peter? Gas acaba de llamarme, y me ha dicho que podría necesitar ayuda

—Todo bien, Tincho. Lo manejamos. ¿Puedes averiguar dónde está Vanessa? Si ella está en su despacho, quiero ir directamente a hablar con ella. Lali está conmigo, y creo que debemos sentarnos y dejar claras algunas cosas

—Dame unos minutos y me pondré en contacto contigo —dijo cortando la llamada.

Cuando volvió a llamar, estaba ya a medio camino del despacho de Vanessa.

—Ella no está en la oficina, Peter. Está terminando una reunión para ir a almorzar a Château Marmont

—Bueno, entonces vamos allí

—Le he sugerido lo mismo, pero ha dicho que debían tener una conversación privada. Ha añadido que dijera que volverá al despacho dentro de quince minutos y que los verá allí... ¿Quieres que vaya con ella?

—No. Estoy a unos minutos, la esperaremos

Cuando llegamos, su asistente ya nos estaba esperando, y nos llevó al despacho de Vanessa.

—Sé que no te lo he preguntado, pero espero que tengas tiempo para esto —dije a Lali una vez que estuvimos solos.

—¿Para la reunión? Sí, por supuesto. Sé que tengo que firmar contratos —me lanzó una mirada inquisitiva— Al menos, supongo que sí