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Cuenta Peter

¿Saben lo que ocurre cuando comienzas a actuar como si estuvieras enamorado de una chica? No esperen, olviden lo de estar enamorado: ¿Saben lo que ocurre cuando actúas como si estuvieras saliendo con una chica? ¿Cuando están locos el uno por el otro? ¿Lo saben? ¿No? Pues se los voy a contar: Comienzas a perderte en el puto juego. Comienzas a pensar que en realidad están saliendo. ¿Qué demonios se supone que debes pensar cuando van cogidos de la mano, se miran a los ojos, se sonríen y es cuando sientes que disfrutas un poco de tu vida? Pues que existe una especie de maldición que te impide recoger los beneficios de las citas como lo harías si realmente estuvieran saliendo.

Los días después de la reunión con Vanessa fueron una oleada de actividad. Por mucho que odiara
verme en todos los medios de comunicación, no podía negar el hecho de que no me importaba
demasiado cuando Lali estaba en la misma barca, conmigo. Después de ver tantas fotos de nosotros dos juntos, riendo, sonriendo y cogidos de la mano, siempre cogidos de la mano, percibí lo que Gastón y Vanessa habían visto desde el principio.
Hacíamos buena pareja. Parecíamos felices. Y empecé a sentir miedo de creerme la mentira que habíamos montado tan meticulosamente.
Estaba empezando a creer que Lali me pertenecía a mí y solo a mí.

¿Una cita nocturna? Hecho.
¿Comprar en un mercadillo? Hecho.
¿Una cita para tomar café? Hecho.
¿Una cita para almorzar? Hecho.
¿Una cita para ir a cenar? Hecho.

Estábamos siguiendo las instrucciones de Vanessa al pie de la letra, y mientras realizábamos los puntos de la lista uno a uno, nos perseguía una legión de paparazzi a todas partes, y cuando digo a todas partes, quiero decir a todas partes. Todos parecían haberse olvidado de mis errores
sexuales, y habían optado por centrarse en mi nuevo amor. A juzgar por todos los artículos y vídeos que salían en todas partes, a la gente le encantaba. Todos los que habían leído el libro de Lali, que eran muchos, la apoyaban para ganar mi corazón. A todos les gustó la idea de que la
problemática estrella de cine se enamorara de la típica hermana pequeña de su mejor amigo de la infancia. Lo que no sabían era que Lali era extraordinaria.

Después de un largo vuelo a Londres, por fin entramos en nuestra habitación del hotel.

-¿Es esto una habitación? ¿O debería llamarlo palacio? -preguntó Lali después de girar en círculo para asimilarlo todo- Techos altos, grandes ventanas, dos balcones...
-me reí.

-Supongo que lo apruebas

-Lo apruebo. Sin embargo, no creo que te haga mucha gracia pagar la factura

Intenté mantener los ojos hacia arriba, lejos de su culo, mientras la seguía y escuchaba sus comentarios sobre cada habitación de la suite.

-¡Peter! -jadeó una vez que llegó al baño principal.

Miró por encima del hombro para
asegurarse de que la estaba siguiendo.
Lo que hacía, una desgracia para mí, ya que no podía seguir mirándola como lo hacía, en especial cuando se inclinó para mirar... el... Ni siquiera veía lo que estaba tratando de mirar, porque se le subió la camiseta y todo lo que pude ver fue ese maldito culo suyo.

-Peter, ¿has visto esto?

Se había enderezado y me estaba mirando con sus brillantes ojos marrones. Sabía que se entusiasmaba con cada pequeña cosa, porque incluso la comida del avión le había parecido una pasada.

-¿No te parece una pasada ésta comida? Y nos siguen dando champán gratis, bocadillos y pastas danesas. Estoy literalmente en el cielo ahora mismo

No veía nada de eso; lo único que podía sentir era que se estaba metiendo debajo de mi piel. Después de haberse comido dos de mis pastas además de las suyas, se había quedado dormida acurrucada contra mí. No me había movido ni un ápice durante el resto del vuelo.

AMOR DE INFANCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora