XXVII

34 3 3
                                    

Unos largos brazos rodean mi cuerpo, siento un suave perfume de miel alrededor y unos rulos cosquillean mi nariz. Despierto con una sonrisa somnolienta y los rayos que escapan por mi ventana chocan con mis ojos, dificultándome la vista.

Intento apartarme, pero el amarre de Harry es fuerte, y cada vez que intento zafarme su agarre cobra más resistencia y gruñe molesto por mis intentos.

—Harry suéltame. Tengo que ir a trabajar. —vuelvo a intentar zafarme, pero no lo logro y golpeo frustrado mi rostro contra el colchón.

—No. Puedes faltar un día, no va a pasar nada. —pronuncia dejando un rastro de besos sobre mi coronilla hasta mi mejilla.

—En el contrato que firme no decía que eras un caprichoso adicto a los mimos, debería hacer un reclamo a defensa al consumidor por esta estafa. Escucha, si no me sueltas vas a desayunar alimento de gato, y no del Whiskas.

—No te atreverías. —susurro entrecerrando los ojos. Que inocente criatura todavía él no sabía de lo que era capaz de hacer.

—¿Quieres comprobarlo lindo? —replique provocando que él suelte resoplido molesto y se aparte de mi hasta el otro extremo de la cama. —Que dramático dios mío. Prometo cuando vuelva, preparar tu comida favorita y tu escogerías la película.

—Me parece un trato aceptable. Aunque no quita el hecho que me querías devolver. —realiza un puchero para generarme ternura y el muy desgraciado lo logra.

—Me costaste mucho para desprenderme tan rápido de ti. —Y le doy un suave beso en la frente para comenzar mi rutina de este día.

Apoyo mi mano en la puerta de metal y rápido entro al vestuario del equipo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Apoyo mi mano en la puerta de metal y rápido entro al vestuario del equipo. Dentro siento una tensión incomoda en el aire, los ojos de mis compañeros no se despegan de mí, tal vez un grano enorme. Me rasco la nuca con timidez y me acerco a uno de mis compañeros, en su rostro refleja que algo no va bien para nada bien.

—El entrenador entró demasiado molesto, nos insultó por inútiles y competentes, y después dijo tu nombre detrás de muchísimos insultos. —le agradezco a mi compañero y huyo del lugar lo más veloz que pueda. Evitando sentir los miradas curiosas o preocupadas ir directo como balas hacia mi espalda. Estoy en serios problemas, en muy jodidos problemas.

Mis nervios florecen a medida que recorro los pasillos del gran estadio, donde ahora me sentía en un hogar y reconfortado, solo puedo sentirme en una jaula estrecha con escaso oxígeno. Me planto frente aquella puerta con placa de hierro y el terror se apodera de mí, el más puro e inquietante terror. Del tipo de terror que no sabes que te puede suceder después, creando millones de escenarios trágicos.

Mis dedos descansan en la ranura, pero no tengo valentía para tomarla. Por eso decido alargar mi sufrimiento tocando con la punta de los nudillos la puerta y espero que me permita entrar a su despacho. Aprobación para hacerlo nunca viene hasta que la puerta se abre con fuerza chocando con la pared y dejando en el ambiente un ruido sordo.

Del otro lado del umbral esta Simon con el rostro serio y una mirada enojada. La cual, si veías en profundidad, me encontrabas sufriendo de mil maneras diferentes y dolorosas, sufriendo para su deleite.

—Pasa, antes de que me arrepienta. —pronuncia cortante y seco con un dejo de asco.

Me acerco sigiloso, como una presa analizando sus posibles huidas, y me siento en la silla que da enfrente de su escritorio. Detrás de mí se apoya y con agilidad saca el celular que tiene en el bolsillo para mostrarme una nota.

Leo cada una de las palabras la noticia con detenimiento y me detengo a observar sorprendido la foto que la acompaña

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Leo cada una de las palabras la noticia con detenimiento y me detengo a observar sorprendido la foto que la acompaña. En mi interior crecen nervios al ver esa foto mía y de Harry dándonos un beso en la entrada de mi casa. Si antes sentía terror, ahora no sé qué siento realmente.

—Pensé que había sido claro Tomlinson. Te di muchas oportunidades, pero fuiste desconsiderado. Sabías que dejaba esto saliera a la luz, no tendría más consideración contigo.

—Pero señor... usted no puede ordenarme como vivir mi vida, lo que hago y lo que no. —me defiendo con la voz temblorosa.

—¿Cómo que no puedo hacerlo? Este es un equipo de renombre, no son solo jugadores son personajes e ídolos, y van a ser los valores que representa. Pero te pregunto, ¿Quieres ver hasta qué punto soy capaz? —negué con la cabeza prepotente por la amenaza. —Entonces termina esto rápido o tomare cartas en el asunto.

Y sin poder replicar al respecto, me echa de su oficina como si fuera una basura. Quedo unos segundos digeriendo la conversación y mis permitirlo grandes lagrimas resbalan de mis ojos hasta la punta de pera para caer derrotadas hasta el piso. Y con vergüenza salgo corriendo del establecimiento sin dejar que me hablen o vean. No podría permitir que vean lo patético que soy.

¡Hola! no se la hora cuando hayas leído esto, pero espero que estés teniendo un lindo día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Hola! no se la hora cuando hayas leído esto, pero espero que estés teniendo un lindo día. Perdón por haberme tardado tanto con este capítulo, pronto pienso traer más.

De igual forma ya nos estamos acercando a la recta final del fanfic. Espero que se preparen para cuando pase.

Gracias por leer, votar y recomendar mi fic :3

TPWK

Soulmate   ◊Larry Stylinson◊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora