XXV

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—Harry despiértate, no me obligues a que te tire agua en la cara. — él pronuncia algo que no entiendo y abre sus brazos. —No pienso para de picar tu cara, me escuchaste. —sin esperarlo me abraza y me tira a la cama con fuerza, grito asustado al chocar con el colchón duro y él comienza a hacerme cosquillas en la panza.

—No va a hacer falta el vaso de agua Lou. —sonríe incrementando las cosquillas, para defenderme doy patadas al aire intentado soltarme de su agarre, pero es muy fuerte. Y se me ocurre una idea mientras sufro, con la poca fuerza que tengo para defenderme lo giro y me siento arriba de él, queda atónito por el cambio de lugar y una sonrisa malvada cruza mi semblante, acerco mi rostro y siento su respiración irregular, voy con lentitud hasta quedar frente a frente, Harry cierra los ojos esperando el contacto de mis labios sobre los suyos, pero reinicio la pelea de cosquillas, esta vez donde ganare yo.

—Para por favor, me estoy por hacer pis. —Siento piedad y paro de hacerle cosquillas. Le doy un corto beso en los labios y lo dejo ir al baño para que se asee.

Salgo de la habitación de invitados y voy hacia la cocina, busco mi celular y pongo una canción de reggaetón, tomo uno de los fríos huevos de mi heladera y lo abro con delicadeza para comenzar a cocinarlo en la sartén, el aceite salta por todos lados y con cuidado saco el huevo frito para dejarlo en el plato con el rostro de la reina. Tomo una rodaja de pan y le unto manteca y dulce de durazno, y para terminar el desayuno, sirvo un vaso de jugo de naranja para los dos. Rebusco en la frutera una manzana y comienzo a comerla.

Harry sale del baño con una sonrisa reluciente y el pelo peinado, queda enternecido al ver su desayuno y me abraza con fuerza.

—Es liviano el desayuno, pero espero que este rico.

—Tengo que probar que tan bien cocinas. ¿Por qué no comes conmigo?

—Me encantaría, pero mi entrenador no me tiene permitido comer tantas grasas al día.

—Una lástima que no lo puedas degustes como yo —dice mordiendo una tostada con dulce.

—Espero que tengas ropa de turista, porque vamos a hacer visitas por toda la ciudad.

—¿Quién piensas que soy que no vengo preparado para la ocasión?

El Big Ben se abre amenazador en nuestro campo de vista, y no puedo describir la emoción que crece en mi interior al ver tan maravillosa arquitectura

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El Big Ben se abre amenazador en nuestro campo de vista, y no puedo describir la emoción que crece en mi interior al ver tan maravillosa arquitectura. El reloj comienza a marcar las doce de la mañana y por alrededor suena sus campanas anunciando la hora. Harry lo mira atento, analizando cada punta de las torres y el color tierra que lo cubre.

—Necesito capturar este momento —saca su celular del bolsillo de su abrigo y se acerca a mí, juntos posamos amistosos junto al Big Ben detrás, como si fuéramos una pareja en un viaje romántico.

Tomo su mano y cruzamos las calles que rodean Londres, para poder llegar al palacio de Buckingham. Entramos al jardín y comenzamos a hacer una sesión de fotos, fingiendo que somos duques o príncipes saludando a sus pueblos.

—¿Sabías que la Reina toma un vaso de whisky todas las mañanas?

—Eso explica mucho.

Corremos a la entrada y le pedimos a un guardia sacarnos una foto con él, Harry va primero y posa como soldado real, con el rostro serio y la frente en alto. Yo en cambio, poso como si estuviera tomando el té con el guardia. Le agradecemos al hombre y vamos a comer a un restaurante cerca del lugar.

—¿Qué hiciste antes de venir? —pregunto intrigado.

—Terminé una de las colecciones que tenía y me estuve unos días con mis papás.

—¿Cómo están ellos?

—Están todos bien y felices, les conté sobre vos. Me amenazaron con desheredarme sino les contaba, no pensaba perder el yate y las mil casas. —Hace un chiste mientras parte un pan de la mesa.

—¿Quién sería lo suficiente tonto para perder todo eso? Me pasó lo mismo con mis hermanas, casi me incrustan un tenedor sino les decía. —Ambos comemos la comida que nos trajo la moza.

—Cuando terminemos esto vayas a dormir un rato por favor, estoy demasiado cansado para caminar más.

—Qué poca resistencia Harry. Prometo que volvemos y vemos alguna película.

—¡Por favor veamos El Rey León!

—Te lo prometo por garrita. — y como se lo prometí, lo cumplí. Vimos todo el catálogo de Disney abrazados en mi sillón, mientras yo le hacía cariños en el pelo y se quedaba medio dormido.

Holaaa volví con otro capítulo por haberlos dejarlos sin contenido por mucho tiempo, nos vamos acercando a cierto punto de la historia, espero que la disfruten

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Holaaa volví con otro capítulo por haberlos dejarlos sin contenido por mucho tiempo, nos vamos acercando a cierto punto de la historia, espero que la disfruten.

(No me hago responsable de enojo hacia ciertos personajes, cualquier insulto hacia mi persona será colgado en mi pared junto a sus lagrimas)

TPWK

Soulmate   ◊Larry Stylinson◊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora