Soulmate ◊Larry Stylinson◊

XXXII

Una mano acaricia mi cabello, es un toque tierno y protector.

Mis sentidos no están tan agudos, pero siento el olor químico que hay en el ambiente y el sonido intercalado de una máquina.

Con dificultad abro los ojos y en poco tiempo me acostumbro a la luz que me ciega. Reconozco el sitio, es la enfermería del estadio y sentada en una silla azul se encuentra mi madre.

— Louis, ¿Te sientes mejor? — La decepción en su mirada es notable. La culpa entra en mi cuerpo por la situación que ella no debería de ver. — Hijo, ¿Por qué hiciste eso? — No contesto, temo abrir la boca y largar una catarata de llanto.

Toma su bolso y me ayuda a levantarme del catre.

— Los médicos determinaron que no sufriste nada grave, solo te descompensaste por... el nivel alcohol en tu cuerpo. De todas formas, nos iremos a casa. Tenemos mucho de lo que hablar.

La camioneta se estaciona enfrente de la casa de mi infancia y para mi sorpresa, no hay periodistas asechando para tomarme una foto después de mi humillación.

Mamá me dirige hasta la cocina, con rapidez vuelvo a sentir ese confort palpable que transmite este lugar. Toma de la alacena una caja de madera tallada y del interior saca saquitos de té, uno de manzana y otro de manzanilla.

— Nada que una manzanilla no pueda arreglar. — prepara el agua para la tetera y sentado observo sus movimientos casi automáticos. —Louis, necesito saber el porqué de que mi hijo se haya desmayado en medio de una cancha, y señorito no puedes culpar al sol. Te conozco lo suficiente para saber que algo dentro tuyo te está destruyendo. — Mis dedos rodean la taza y el vapor choca con sutileza mis poros al probar la infusión.

— Por donde comienzo — rio con amargura. — Estoy haciendo una cata de alcohol hace más de una semana, ¿Sabías lo bien que bloquea los pensamientos esa mierda? — la alarma crece en sus ojos. — Estoy harto mamá, harto de que las personas crean que tienen la suficiente autoridad de dirigir mi vida como les plazca y ser un títere más y estoy sumamente harto de esconderme por miedo a perderlo todo. Me da asco como permito que me pasen por arriba cual trapo de piso y me da asco la forma en como alejo a las personas cuando más las necesito. —Sus brazos me rodean en fuerte abrazo y mi voz se quiebra. Una bola se atora en mi garganta. — Me merezco esto por ser un miserable y vivir complaciendo a los demás y no a mí.

— ¿Qué sucedió hijo? — Intento mantener la compostura, pero fallo en el intento.

— El entrenador pasa, desde que comencé en ese equipo, se piensa que me puede dirigir como si fuera un soldado. Lo odio con cada partícula de mi existencia. Me dio un ultimátum, si no terminaba con Harry, me tenía que ir despidiendo de mi carrera. Mamá, ese hombre es poderoso, ganó un mundial y es adorado por toda la comunidad, llego a hacer siquiera una denuncia por acoso y discriminación y el odio que se va a cernir sobre mi va a ser imparable.

— Louis... no tengo palabras para lo que estás viviendo. Si tuviera ese hombre enfrente mío, no estaría de pie. Solo necesito que me conteste algo con total sinceridad, ¿Por qué no buscas a Harry y le explicas? Si él realmente te quiere, va a entender.

— No podría someterlo a estar a escondidas. Ma... yo lo amo y no puedo permitir que lo lastimen, si es ese el sacrifico para que este a salvo, lo hare sin pensarlo dos veces.

— Escúchame hijo, eres una de las personas más inteligentes que conozco, estoy seguro que vas a resolver todo. Pero prométeme que las personas maliciosas se interpongan en tu camino y felicidad. Tú dices que eres miserable y yo creo firmemente que sos una persona maravillosa que merece sentirse pleno.

— Pero no sé qué hacer — unas lágrimas escapan de mis ojos.

— Eres un guerrero, el más valiente que existe. Cuando tengas la cabeza más clara podrás pensar que hacer, ahora descansa hijo. — Me dio un beso en la frente.

¡Buenas! Perdonen estuve súper bloqueada con el conflicto y el final. Pero creo que ya se como va a terminar. Si alguien sigue leyendo este fanfic, lo invito a comentar y darle un voto.

Nos vemos, un beso.