CAPÍTULO 3

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Me levanté con el sol dándome de pleno en la cara, miré el reloj, las 10:20, no está mal, es bastante temprano pero...
Escuché que alguien ya estaba levantado ya que escuché ruidos al piso de a bajo y decidí vestirme y bajar a desayunar.

_ buenos días hija - dijo mi padre sonriente al verme entrar -
Yo le sonreí y heché un vistazo al resto de personas que habían. Una mujer, suponí que era la mujer de mi padre, una chica más o menos de mi edad y un niño de unos tres años que suponí que serían mis hermanastros, como a mínimo la chica...
_¿Que quieres para desayunar cariño?
- me pregunto en tono amable la mujer -
_una tostada de queso, pero no se preocupe, ya me la preparo yo si me dice donde están las cosas
_ no porfavor tratamd de tu que no soy una señora - me morí de vergüenza... -
_ perdón... - me puse roja cosa que hizo sonreír a la mujer que me estaba indicando donde encontrar el pan, el queso y los platos y cubiertos -

Minutos después, cuando estaba terminando de preparar mi desayuno apareció Bruno que vino directo a darme un beso de buenos días al que yo le correspondí con una sonrisa y un beso en su mejilla.

_ Bueno, ahora que estamos todos aquí, si os parece os presento para que podamos tener una mejor convivencia todos juntos - amaba mucho a mi padre, pero cuando empezaba a hablar así, lo odiaba... Aún así todos asentimos -
_ Eva, Bruno, esta es mi mujer, Laura, ellos son mis hijos, Eva y Bruno - dijo señalandonos -
La mujer era rubia y tenía los ojos oscuros, todo al contrario que mi madre, si que le habían cambiado los gustos a mi padre en cuatro años... Pensé pero no dije nada, me limité a sonreír.
Ella en cambio se acercó a nosotros para saludarnos. Yo le devolvía el abrazo por educación porque debo admitir que después de cuatro años aún no he aceptado el divorcio de mis padres y aunque no tenga una "muy buena" relación que se diga con mi madre, no soporto ver a mi padre con otra...
- mi padre siguió hablando -
_ ella es Irene, tiene quince años.
La verdad es que la chica no se quedaba corta... Y además me cayó bastante bien aunque se me tendrá que ganar si quiere que nos llevemos realmente como hermanas...
_ Hola, encantada - dijo sonriendo y viniendo a darnos dos besos. Yo simplemente sonreí de nuevo -
Terminamos de desayunar y decidí subir a ordenar mi habitación porque mañana era Navidad y probablemente tuviésemos invitados y no tenía ganas de dar mala impresión ya el primer día.
_me voy arriba - dije cortante y me fuí -

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