—No estás hablando en serio.
Pero si lo hacía. Por primera vez en mucho tiempo realmente sabía lo que quería. Y anhelaba eso más que nada que pudiese obtener.
—Yo nunca quise dejarte. Regresé a casa aquella mañana porque quería enfrentar a mi padre y decirle que no me marcharía, pero sus planes siempre fueron enviarme lejos. No tuve opción. Amenazó con echarme y retirarme su apoyo, por lo que perdería la beca que había conseguido para la Universidad y...
—No necesito explicaciones ahora. Llegan años tarde y para ser sincera, no me sorprende para nada viniendo de tu padre.
—Él tiene mucho por lo responder, Denise. Me mantuvo en la oscuridad todos estos años, incluso cuando falleció mi madre hace dos años.
Eso llamó su atención y se entristeció.
La madre de Gary no fue tan cruel como su marido, pero si se mostró fría cuando les comunicó que estaba embarazada y que necesitaba urgentemente hablar con Gary.
Años más tarde, cuando Mason tenía casi tres años, se la encontró a la salida del centro comercial y la situación fue muy distinta.
Reconoció a su hijo a través de Mason y sin la presión de su marido sobre ella, le permitió ser encantadora.
Recordó como lloró al verle y le suplicó poder abrazarle.
—Él es tan parecido a mi niño. Es hermoso, Denise. Lamento tanto haber permitido que mi marido te echase como lo hizo.
—No se preocupe, señora. He tenido el constante apoyo de mis padres y a Mason jamás le ha faltado de nada.
—Me gustaría tanto ser parte de su vida. Por favor, Denise, te lo suplico.
Le parecieron tan sinceras sus palabras, que no lo dudó.
Quedó con ella unos días más tarde, pero jamás apareció. Ahora sabía el motivo.
—Lamento mucho la muerte de tu madre.
—Ella habría amado a Mason. Estoy seguro. Ojalá hubiese podido conocerle.
Y una vez más, se vio obligada a contar sobre el pasado.
—Cuando ella no apareció ni llamó, pensé que se lo había pensado de nuevo y que realmente no le importaba si tenía o no un nieto.
—Por lo que sé, ella tuvo un ataque al corazón una noche debido una discusión con mi padre. Nunca me dijeron que hablaron, y mi padre tampoco se pronunció respecto a eso.
Pero después de lo que le había contado Denise, ambos tenían una ligera idea.
—Debería seguir con mis deberes. ¿El médico ya se marchó?
—Sí. Tenías razón. Ha tenido que darme unos cuantos puntos y debo tomar antibiótico durante un par de días con las comidas, pero no es nada grave.
—Bien, me aseguraré de que los tomes.
—Denise... Necesito que pienses en lo que te he pedido. Realmente quiero formar parte de la vida de Mason, como su padre, pero también quiero ser parte de la tuya. Sé que llego cinco años tarde, pero te amaba entonces y te aseguro que te amo ahora. No ha habido otra para mí desde aquella noche ni la hubo desde que te vi por primera vez. He estado loco por ti desde que puedo recordar y tenerte aquí, saber que puedo tocarte y que no desaparecerás como cada vez que te he soñado, lo significa todo.
Dio un paso hacia ella, esperando que no se alejase, y acarició sus labios con el pulgar, antes de inclinarse hacia ella y dejar un leve beso sobre su boca.
Sus labios todavía le provocaban las mismas sensaciones que antaño. La suavidad de su piel y la calidez de su aliento eran tal y como las recordaba.
Tentó de nuevo a la suerte y esta vez presionó contra su boca un poco más de tiempo.
Su control se desvaneció en el preciso momento que ella dejó escapar un jadeó dándole paso al interior de su boca.
—Gary...
—Maldición, amo como suena mi nombre saliendo de tus labios. He estado tan perdido atrapado en los recuerdos de nuestra primera vez, recordando como te entregaste a mi confiando en que no te dejaría.
—Pero lo hiciste.
—Y ese fue mi mayor error. Debí quedarme aun perdiendo todo lo demás si con ello podía seguir a tu lado. Habría cuidado de ti y disfrutado al ver tu vientre volverse redondo conforme nuestro hijo se hacía más y más grande. Habría estado contigo cuando le trajiste al mundo y te habría recordado a cada segundo cuanto te amo.
—Voy a necesitar tiempo. Estoy de acuerdo en que Mason te conozca como su padre. Él preguntó mucho por ti mientras crecía.
— ¿Y qué le dijiste?
—Que estabas lejos y que un día volverías para ver en el hermoso hombrecito que se ha convertido.
—Realmente lo es. Quiero llevarle más tarde a comprar las cosas para su habitación si te parece bien.
—Creo que primero debería hablar con él y contarle acerca de ti.
—Necesito estar delante cuando le cuentes quien soy en realidad. He estado lejos de él toda su vida, y no quiero estarlo más.
—Bien. Ahora debo terminar lo que empecé.
—De acuerdo— se separó de ella a regañadientes, pero le permitió ese espacio porque era mucho para asumir en tan poco tiempo—. Voy a estar en mi despacho haciendo unas llamadas.
La dejó volver al trabajo mientras él hacia lo suyo.
Estaba decidido. Era hora de volver a ver a su padre y finalmente tener esa conversación que había aplazado durante demasiados años.
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Algo inesperado
RomanceCinco años. Cinco largos años desde que él se marchó y emprendió su muy lucrativa vida lejos del lugar donde crecieron. Nunca llamó. Nunca volvió. Nunca le importó. Una más. Eso fue. Y es horrible extrañar a alguien a quien nunca le importaste. De...