Llegue y me desvestí toda hasta quedar en ropa interior, me aventé sobre la cama.
Cerré los ojos y caí en un profundo sueño.
(...)
Abrí los ojos al escuchar mi alarma sonar, me levante con pesadez y camine directo a la ducha. Salí en vuelta de una toalla y camine a mi closet lo examine con la mirada y escogí que me pondría hoy para la escuela.
Escogí unos jeans negros rasgados, una blusa blanca de tirantes ceñida al cuerpo y unos tenis adidas del mismo color que mi blusa.
Hate mi cabello y salí directo a la escuela con mi mochila, camine unas cuantas calles hasta llegar a la universidad.
Amaba caminar, por eso me iba caminando a la universidad, como la brisa chocaba fuertemente con mi rostro y como mis pies se movían al compás.
Llegue y entre a casi empujones, corrí al ver a mi amiga parada esperándome.
— ¿Por que siempre tardas tanto? —. Hablo molesta
— Perdón —. Hable mientras caminábamos hacía nuestro salón
— ¿Y que tal vas con tu presa? —. Susurro
— Mal, no cae en mis redes —. Hable decepcionada
— ¡Tú sabías que él iba hacer difícil Emma! —. Grito
— Si lo sé —. Hable mientras me paraba en la entrada de el salón
— Pero nadie es imposible —. Sonreí entrando al salón, acaparando miradas por doquier
Me senté hasta el fondo y ella me siguió. Empezamos a tomar la clase, aunque me distraía de vez en cuando pensando en Mauricio Lombardí, había algo en él que me gustaría averiguar antes de dejarlo sin dinero.
No se si era su frialdad, egocentrismo, o su manera en la que me miraba. Es como si pudiera penetrar mi alma y supiera quien en realidad era, eso me daba aún más escalofríos.
Salí de mis pensamientos al escuchar la campana sonar, me levante y seguí con la siguiente clase.
(...)
Camine por las desoladas calles de la ciudad, después de la universidad me fui de compras con mi amiga y se me paso el tiempo volando.
Mire la hora en mi celular y marcaban casi las nueve de la noche, abrace a mi cuerpo al sentir el aire frío chocar con el. Camine rápidamente y llegue a mi apartamento, lo cerré con llave y me desvestí para meterme a la ducha.
Cerré los ojos al sentir el agua como chocaba con mi cuerpo desnudo, eso me relajaba.
Salí envuelta de una toalla y tome un pequeño vestido para dormir.
Me acosté en la cama y cerré los ojos cayendo en un profundo sueño.
Narra Mauricio Lombardí
Tome mi bebida de golpe, no dejaba de pensar en eso ojos verdes viéndome con cautela.
— Emma Park —. Susurré y apreté levemente mis labios al pronunciarla
— ¡Daltón! —. Grite y enseguida entro uno de mis guardaespaldas
— Digame señor —. Hablo con respeto
— Quiero que me investigues a una persona —. Hable recargandome en mi asiento
— Se llama Emma Park —. Mire otro lado de la habitación mientras la recordaba
— Mañana a primera hora quiero su información —. Ordene
— Si, señor —. Salio de mi despacho
Había algo en ella que me daba mala espina, pero me excitaba encontrar cuál era la razón de esa sensación, no podía negarlo es una mujer muy atractiva, pero eso no me convencía del todo.
Aún recuerdo como quiso seducirme y estuve a punto de caer sino fuera por esa maldita sensación de maldad que emana.
No es como la típica chica que me coquetean y ya, no ella sabía como seducirme, como si fuera una maestra en eso y yo su aprendiz.
Lo que más me excitaba era saber por que tanta maldad en su mirada, lo iba averiguar cueste lo que me cueste.
(...)
Abrí los ojos de golpe al sentir como la luz pego directamente a mis ojos, los abrí y ví a mi nana abriendo todas las cortinas de la habitación.
— ¡Ohhh vamos Mari, tengo una resaca horrible! —. Hable mientas me tomaba ligeramente de la cabeza mientras me levantaba de la cama
— Lo siento mi niño, pero es hora de levantarse —. Sonrió con burla
— Esta bien, esta bien —. Hable resignado
— El desayuno esta listo —. Hablo alegremente
— En un momento bajo —. Me dirigí al baño y tome una ducha, salí a paso decidido a mi armario y tome un traje negro y unos zapatos del mismo color
Baje y mi nana ya me tenía servido el desayuno.
— Gracias —. Dije al sentarme en la mesa y ver el delicioso desayuno en ella
— De nada —. Sonrió y se perdió en la cocina
— ¡Daltón! —. Grite y enseguida apareció con unos papeles en la mano
— Aquí esta lo que me pidió señor —. Dejo los papeles sobre la mesa y se retiro, los tome y empecé a leerlos
— Emma Park, 23 años, soltera, vive sola en un departamento, estudia derecho, hija única, no trabaja, —. Leía sin despegar la mirada de los papeles
Me detuve al ver algo interesante en ellos
— La señorita Park, se dedica a estafar a hombres adinerados, los seduce y les quita todo hasta dejarlos en la ruina —. Mis ojos se abrieron como platos al leer eso
Esa sensación que tenía era un mal presentimiento de ella, por eso no dejaba de pensar en ella.
— Egoísta, vanidosa, mala, estafadora, mentirosa, seductora —. Leí al ver como la describieron en este informe
Ya entendía porqué esa aura de maldad que desprendía a cada paso que daba.
Sonreí al darme cuenta que su próxima presa seria yo.
— ¡Daltón! —. Grite una vez más
— Digame señor —. Lo escuche decir a mi espalda
— Quiero que la secuestren, sea como sea la quiero —. Ordene y él asintió con la cabeza
— No sabe con quien se metió —. Pensé
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PELIGROSA OBSESIÓN (+18)
RomanceTERMINADA... - ¡Yo nunca seré tuya! -. Grite con rabia - ¡Te demostrare que si lo eres! -. Susurro cerca de mi oído En un descuido el me aventó a la cama y subió rápidamente a mi cuerpo, dejándome sin posibilidades de salir. Arranco fuertemente...