MOTHER || SephCloud

18. Templo, sospechoso, incomprensible

— ¿Segura que no es una trampa o algún truco? —Aerith asiente energética—. Bien... le daré las indicaciones al piloto.

Cloud se dirige al piloto del helicóptero, sin perder su aire perezoso. Aerith da una risita con las manos tras la espalda y gesto victorioso. Complacida de cómo su pequeño engaño surgió tan bien. Sephiroth le da un pequeño empujón, llamando su atención.

—Quien diría que iba a salirte tan bien el teatro.

—A decir verdad, no estaba entendiendo nada y entré en pánico—admite avergonzada—. No obstante, escuché algo y lo único que se me ocurrió como excusa para disimularlo, fue el templo.

— ¿Si oíste algo? —Sephiroth frunce las cejas, sorprendido.

—Sí. No eran palabras como las nuestras. Más simples, casi desvanecidas—relata en tono misterioso—. Apenas lo podía distinguir. Era casi un ruego. Creo que me estaba pidiendo no ir allí.

Sephiroth da una risa cínica.

—Y ahí vas, dando la indicación de dónde se encuentra.

—Fuiste tú quien lo consiguió en primer lugar. —Recuerda Aerith. Sephiroth se encoge de hombros.

—Mi madre ya sabía de dónde estaba, tan solo no podía llegar a él. Me dijo donde hallar el templo, al menos de forma vaga. Esperemos que funcione de todos modos. —Aerith se balancea en sí misma, con el vestido holgado y rosa agitándose gracias a ello.

— ¿Crees que Cloud se dé cuenta de que es un engaño? —Sephiroth burla de inmediato—. Es despistado, no tonto, puede darse cuenta—afirma la Cetra—. No podemos estarlo subestimando de esta manera. Es posible que acabemos de mala forma de tanto descaro.

—En circunstancias normales, te daría la razón—Aerith queda confundida por esto, pues Sephiroth admite el error que están cometiendo y que puede costarles todo el esfuerzo a tan poco de la meta—. Sin embargo, Cloud no está en su mejor forma.

— ¿No?

—Crees que va a notar cualquier cosa sospechosa ¿Pensando en que Rufus se puede morir en cualquier segundo? —Entreabre la boca, habiendo olvidado ese detalle por un instante—. Está más preocupado por volver rápido y asegurase de que está vivo que por el resultado de esta misión. Con haber conseguido que oigas nada le bastaba. Una nueva ubicación, está estresado, más días fuera y más riesgo de que al volver no haya nadie ahí.

—Me da a pensar que por tu culpa Rufus está mal. —Sospecha la Cetra y Sephiroth niega con la cabeza.

—No lo hubiera dejado medio vivo.

Y con esta última nota avanza hacia el helicóptero, pues Cloud los llamó apenas lo suficientemente fuerte. Aerith exhala, claro, Sephiroth es más que tajante y definitivo a la hora de hacer su movimiento. Tiene dos extremos posibles: Sigilo extremo o matanza extrema si no es que ambas se complementan.

Como bien fue lo sucedido con Zack hace años.

Ni siquiera ella se puede creer lo tocado que quedó Cloud con el tema.

Sube al helicóptero con ayuda de Cloud y este sube último, cerrando la puerta y recostándose en el asiento. Cierra los ojos, queriendo descansar un rato y pudiendo presentir que el templo va a ser un total parto. Sephiroth se mantiene tarareando, con los ojos dirigidos hacia el rubio.

¿Cómo no recordarlo? Era lo primero que escuchaba. Una nota bonita y casi dulce que lo informaba de que había alguien cerca suyo. Una persona que velaba por su seguridad y no había otra persona en el mundo que su madre ¿Quién más seria? Claro, recuerda a Lucrecia muy vagamente, pero ella no estaba ahí.