Capítulo 17

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Adam

-Por aquí está el baño y en el piso de arriba tenemos tres habitaciones, para mí, para Zack y para Adam.

Mi madre está haciendo un tour de la casa para Sophia y los mellizos.

Ella está muy alegre y emocionada pero los demás no compartimos su gran ilusión.

Menos Harry, que parece maravillado por cada mueble sencillo y promedio que ve.

Sophia aparenta estar interesada por todo lo que mi madre le cuenta, pero sé que por dentro está deseando que termine.

Digo, no es como si alguien se muriese por saber lo muy difícil que fue comprar un lavabo que se adaptase a las medidas exactas de tu baño y que a la vez sea sofisticado y que a la vez sea barato.

Lo que sí parece disfrutar de verdad son todas las patéticas y vergonzosas anécdotas que está escuchando sobre mí cuando era pequeño y cómo me comía todos los objetos y seres vivos pequeños que encontraba.

Fascinante.

Después de haberle soltado una enorme charla sobre cada estancia de la casa, pasamos al salón y, con este, a los álbumes de fotos familiares.

-¿No están monísimos los dos aquí todo manchados de chocolate?- pregunta mi madre señalando una foto en la que salíamos mi hermano y yo comiendo

No entiendo cómo es que todas las madres del mundo son iguales. ¿Cual es la razón para que tengan tal gigante devoción por los álbumes y las fotos?

-Creo que voy a irme a revisar la comida para que podáis reiros de mi sin que tenga que admirarlo- les digo, pues no me apetece seguir aguantando sus charlas de madres

Me dirijo hacia la cocina con Hannah siguiéndome muy de cerca, casi colgada de mi pierna.

Harry sigue por ahí correteando y abriendo todas las puertas que encuentra. Que no son muchas, pues en el piso de abajo, aparte de la cocina y el salón, solo hay un baño y un cuarto de trastos.

Empiezo a entender por qué no fue buena idea haberle dado mi postre.

Sophia

-Esta foto de ellos dos es muy divertida- digo entre risas, señalando una de las fotos en el álbum

-Sí, fue en una de las vacaciones que tuvimos cuando eran muy pequeños.

-Oh, ¿es este su padre?- pregunto señalando una foto en el que salía un hombre muy parecido a Adam

A Mary le cambió la cara muy rápido, pasando de las risas a la seriedad completa.

-Si, es él, fue el último cumpleaños que pasó con ellos antes de irse, los niños quedaron devastados.

-Lo siento mucho.

-Adam fue el que peor lo pasó, ¿sabes? Él amaba a su padre con su vida, era su mejor amigo y su persona favorita en el mundo. Pero al idiota que tenía por padre no le importó nada y prefirió marcharse a cualquier parte a seguir viviendo la vida sedentaria que tenía que criar y querer a sus hijos. Por eso sé que tus niños, desde ahora, van a tener un padre para siempre. Adam no haría lo que su padre hizo, no se lo perdonaría jamás. Es por esto que me gustaría que confiases en él, sé que es torpe y que le cuesta aprender a hacer cosas nuevas pero tiene mucha ilusión. Esos niños han traído a su vida lo que llevaba necesitando desde hacía mucho: estabilidad y amor. Quería darte las gracias por ello.

-No tienes por qué dármelas, al fin y al cabo, es él el que se ha empeñado en estar en su vida y aprender a ser padre tan de repente. Tiene mucho mérito. Gracias por contarme todo esto, me ha hecho ver un lado de Adam que desconocía.

Aquella Noche BorrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora