Piratas y detectives

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A la mañana siguiente Sherlock y yo nos levantamos temprano para hacer el desayuno de los pequeños.
Sherlock preparó una tarta de chocolate y crema de cacahuete, yo hice tortitas y gofres con chocolate y la señora Hudson preparó galletas.

Cuando el desayuno estuvo listo Sherlock y yo subimos en silencio a la habitación de los niños, ambos estaban plácidamente dormidos en su cama, dado que compartían una doble.
Besé suavemente sus mejillas y ellos arrugaron sus narices con un gesto de molestia.
-Buenos días dormilones- dijo Sherlock besando sus cabezas.
-Feliz cumpleaños- dije acariciandoles.

Ambos sonrieron y abrieron lentamente los ojos estirándose.
-Buenos días- dijeron con voz adormilada.
-¿Como te encuentras principito?- dije acariciando el pelo de Hamish.
-Mucho mejor y tengo mucha hambre- dijo cuando sonó su tripa.
-Yo también- dijo Sherlock Junior.
-Bueno pues primero nos vestimos- dijo Sherlock - y luego bajamos al desayuna especial de cumpleaños-
-¡Si!- gritaron los niños dando saltos en la cama.
Reí ante la emoción de los pequeños.
-Haber vamos a vestirnos- dije abriendo el armario.
-Yo quiero ir como papá- dijo Sherlock Junior agarrando una ropa parecida a la que llevaba Sherlock.
-Y yo quiero ir como el tio John- dijo Hamish agarrando un jersey de color verde.
-Vale, vale- dije riendo.

Cuando terminamos de vestirles bajamos a desayunar, los niños se quedaron boquiabiertos con tantos dulces.
-¡Feliz Cumpleaños pequeños!- dijo la señora Hudson dándoles un gran beso en la mejilla.
-Gracias- respondieron ellos con una gran sonrisa.
-Que guapos vais vestidos- dijo ella con una risa -y tu Sherlock cada vez te pareces más a papá-
-Mentira- dijo inflando los mofletes -yo soy más guapo y mami me quiere más-
Yo y la señora Hudson nos reimos pero Sherlock puso una cara seria, no le gustaba competir aunque fuese con su propio hijo.
-No digas eso que papi se enfada- dije sentándole en su silla.
-Papá siempre dice que hay que decir la verdad- dijo él -y yo la digo-
-Si pero papi te puede castigar- dijo Hamish.
-No porque mami no le deja- dijo Sherlock Junior.
-Alguien se está jugando no ir a su fiesta de cumpleaños- dijo Sherlock serio.
-Mami ¿A qué no es verdad?- dijo Junior con una sonrisa.
-Papá tiene razón- dije besando la mejilla de Sherlock.

Sherlock rió levemente y me devolvió el beso ante la mirada de sorpresa de Junior.
Cuando terminamos de desayunar les dejamos en la guardería y fuimos a Barts para ver si Molly había obtenido algo del cadáver de la victima.
-Se llamaba Stuart Jones- dijo Molly - como dedujisteis murió de un disparo a quema ropa directo al corazón, encontre algunos pelos en sus ropas los he mandado al laboratorio-
-Bien- dijo Sherlock -este será un caso difícil-
-He oido que la fiesta de hoy será muy chula- dijo Molly.
-Eso espero- dije sonriendo -les hará muchísima ilusión-
-Más vale que se la haga- dijo Sherlock riendo.

Llego la tarde.
John, Mary, Sherlock y yo estábamos preparando la fiesta.
-Eh ¿Qué es esto?- dijo John tomando un disfraz de pirata.
-Es mío- dijo Sherlock yendo al baño para ponérselo.
-Tendré que aprovecharme- dije a Mary al oído haciéndola reír.

Sherlock salió con su disfraz puesto, estaba guapísimo e incluso no parecía él.
-Que pena que vayan a venir pronto- dije agarrando los cuellos de su camisa.
-Te haría pasear por la tabla- dijo agarrando mi cintura dándome un suave beso.
-Yo haré de guía de los peques por la búsqueda recuerda que me tienes que secuestrar- dije riendo.
-Si- dijo besándome yendo a su puesto.

Los niños no tardaron en llegar, y les disfrazamos de detectives junto a sus amigos. Entre todos resolvieron las pistas muy rápido y llegamos a una habitación oscura donde estaba Sherlock.
-No veo nada- dijo Hamish -Mami dame la mano-
-Yo tampoco- dijeron los niños.
Se escuchó un ruido y se encendió la luz, al ver a Sherlock todos los niños se asustaron y emocionaron a la vez.
-Me habéis descubierto- dijo sherlock con una voz grave - pero no me atrapareis con vida-
Me tomó por la cintura y abrió una puerta arrastrándome con él.

John fue el guía el resto del recorrido mientras nosotros íbamos a la piscina de bolas donde había un gran tobogán y muchos juegos para los niños.
-Que buen actor eres- dije besándole.
-Si- rió -me gusta hacer de pirata y era una buena ocasión-
-Pues me gusta mucho cuando te conviertes en uno- dije dandole un suave beso.
-No me tientes- dijo mordiéndome los labios atándome las muñecas con una cinta del pelo.

Los niños llegaron y yo grité para fingir que estaba en peligro.
-¡Mami!- Gritó Sherlock Junior.
-No la vais a recuperar- dijo Sherlock riendo maléficamente.
-De eso nada villano- dijo Hamish con una espada de gomaespuma.
-Oh no- dijo Sherlock -no tengo mi espada ¡Voy a morir!-

Todos los niños se abalanzaron sobre él pegándole con las espadas y Sherlock se tiró por el tobogán fingiendo su muerte.
Todos saltaban de alegría y me abrazaban.
-Yo sé donde está el tesoro del pirata- dije - pude verlo cuando me trajo hasta aquí-
-Vamos mami- dijeron los pequeños arrastrándome.
Bajamos por el tobogán y se metieron en unas redes donde estaban todos los regalos.
-¡Que guay!- Gritaron Hamish y Sherlock Junior.

Sherlock apareció de nuevo vestido como él solía hacerlo y los pequeños corrieron a su lado para contarle las aventuras que vivieron en su ausencia.
Él y yo nos miramos y reímos, nos encantaba ver que nuestros pequeños estaban tan felices.

Siempre contigo (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora