Siempre contigo (Sherlock Holmes y Tú)

Pequeñas sorpresas

Pasaron tres meses desde el cumpleaños de los niños y era la vispera de mi aniversario, Sherlock llebaba todo el día muy misterioso y no dejaba de sonreir.
-Amor- dije riendo -deja de sonreir por favor, me estás asustando-
-¿No te acuerdas de que día es mañana?- dijo tomandome por la cintura.
-Claro que me acuerdo- dije sonriendo -fue un día inolvidable y te quedó una pequeña marca en el pecho de ese día-
Me beso con mucha delicadeza y sonrió.
-Tengo una sorpresa para tí- dijo sacando un sobre de su americana.
Reconocí perfectamente que sobre era y sonreí.
-No me digas que...-dije sonriendo con los ojos vidriosos.
-Leelo- dijo dandome un suave beso.

Abrí el sobre y saque la pequeña tarjeta donde leí en voz alta:

"Sherlock Holmes y (T/N)_____ (T/Apellido)_____ se complacen en invitarles a su boda.
Esperamos que pueda asistir al evento. si no es así avise cuanto antes.
La ceremonia se celebrará en la catedral de Westminster a las 11:00 AM y el banquete tendrá lugar en el restaurante Landmark justo después de finalizar la ceremonia.
Enjoy The Wedding"

Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos y le abracé llorando en silencio debido a la gran felicidad que sentía.
Sherlock correspondió a mi abrazo sonriendo y besando mi cabello.
-¿Te gusta mi regalo?- dijo secando mis lágrimas.
-Me encanta- dije sonriendo sin poder dejar de llorar -te amo muchísimo Sherlock-
-No tanto como yo a ti- dijo besandome.
-Pero...- dije dandome cuenta de algo -eso significa que mi vestido... tendre que preparar todo-
-Ya lo hizo Mary- dijo sonriendo besandome - yo me he ocupado de todos y cada uno de los detalles a lo largo de esta semana. Por eso tardaba tanto en llegar a casa estos días-
-Eres el hombre más increíble que pude conocer en toda mi vida- dije tomando mis mejillas entre sus manos y le besé con suavidad y ternura- y por ello te amo tanto-
-Yo te amo muchísimo más- dijo sonriendo -pero eso no es todo, he preparado una cosa pero tienes que ir a cambiarte-
-Está bien- dije sonriendo besandole y caminado a la habitación.

Tomé un vestido negro de mi armario y escuché un montón de jaleo en la cocina.
Me maquillé de forma natural y me puse unas sandalias de tacón además de aplicarme un poco del perfume que a Sherlock le encantaba.
-Sherlock ya estoy lista- dije gritando un poco para que me escuchase.
-Dame un minuto- dijo dejando unas cosas en el salón.
Continué esperando en la habitación unos diez minutos.
-Ya puedes salir- dijo Sherlock.

Cuando abrí la puerta Sherlock estaba justo frente a mí, llevaba unas gafas y un trapo blanco sobre la manga de su chaqueta.
-Señora Holmes su marido aún no ha llegado pero le acompañaré a su mesa si me acompaña- dijo él ofreciéndome su brazo.
-Muchas gracias- dije agarrándome a su brazo.

ME llevó al salón, todo estaba decorado como si fuese la terraza de un restaurante la mesa en la que solíamos cenar tenía algunas velas y dos platos puestos.
Sherlock apartó mi silla y yo me senté.
-Su marido le ha dejado esto- dijo sacando una hermosa roja de su espalda -no tardará mucho en llegar. Voy a ver como va lo que pidió-
-Gracias- dije sonriendo.

Sherlock fue a la cocina y pude oír como discutía consigo mismo en la cocina.
Trajo unas bandejas con una tapa plateada y bajo hasta el hall del 221 para luego volver a subir.
-Hola mi amor- dijo besándome y sentándose frente a mí- El tráfico es horrible esta noche, espero que no hayas sufrido mucho en mi ausencia-
-No- dije riendo tomando su mano -pero el camarero que me a tocado era horrible, creo que incluso intentaba flirtear conmigo
-¿A si?- dijo con un rostro serio -le pondré una hoja de reclamaciones-
-No hace falta- dije sonriendo dándole un suave beso.
-¿Te gusta este sitio?- dijo Sherlock.
-Me encanta- dije sonriendo.

Toda la cita que Sherlock tenía planteada salió perfecta y como los niños no estaban terminó con un final feliz que ambos necesitábamos desde hacía unos meses.