Introspección. Soltar y descargar.

Una (des)carga

Ella estaba débil, no tenía fuerzas.

Se encontraba bailando encima de un puente.

Bailaba al ritmo de la música.

No había nadie, solo estaba ella.

Tenía un par de botellas de cerveza en su sangre, y mientras bailaba lloraba desconsoladamente.

¿Cómo es que ella le movió todo el mundo? La amaba tanto. Tanto, que se había olvidado de ser ella misma con tal de que aquella chica la acepte. Tanto que había salido corriendo a media noche cuando ella la necesitaba.

Y se lo devuelve así.

Le había quitado las ganas de amar. ¿Para qué hacerlo? Si al fin y al cabo todos se terminaban cagando en aquello que diste de tu parte. Se deshizo de ella como si fuera una carga sobre sus hombros, como si realmente le importar un comino solo le hable cuando la necesita.

Una carga que te querés sacar de encima lo más rápido que puedas.

Una carga que ahora se encontraba borracha, al borde de un puente.

Una carga que se terminó sintiendo una basura.

Una carga que solo contaba con una persona, esa persona se había cagado en ella.

No tenía a nadie, no tenía nada.

Una carga que se subió al borde del puente.

Una carga que saltó de allí.

Una carga que ya no existe más.