Sé que es muy difícil de ver. Sé que parece que no hay solución, que nunca vas a salir de esto. Lo sé. Conozco tu miedo.
Tu "no voy a salir de esto, es más fuerte que yo". Vos querés salir. Lo sé.
Sé todo lo que te estás esforzando, a pesar de que ya no puedas más.
"No tengo nada. Ya no soy tan fuerte", te decís. "Nadie me ama, ni tampoco nadie lo va a hacer", agregás.
Pero, ¿sabés qué? Te estás olvidando de algo: te tenés a vos. Sos fuerte, porque a pesar de tus pocos ánimos y tus pocas energías, estás leyendo esto. Si todavía no encontraste alguien a quien amar y que sea recíproco, es porque todavía no llegó el momento.
Las cosas buenas tardan su tiempo, a veces más, a veces menos.
Es un proceso, y como todo proceso, tiene sus subidas y bajadas. Sentís que no podés más, querés dejar de intentar. Pero te voy a decir una cosa.
Un mal día, una mala semana, hasta un mal año, no significa una mala vida.
No te rindas, ni sientas que no sos fuerte porque realmente lo sos. Pongo mi fé en eso. Te tenés a vos. La única persona verdadera que podés llegar a conocer, la que te entiende siempre, la que te lleva a tus lugares favoritos.
Aquella persona que te ayuda a estudiar, a bailar. Aquella persona, es inteligente, fuerte, y sobre todo valiente. Date otra oportunidad. Le das una oportunidad a todo el mundo, dátela a vos también, que sí lo mereces.
Te prometo que sos más fuerte de lo que pensás. No tengas miedo. No tengas miedo de equivocarte.
Tenemos que seguir intentando,
Intentar ser felices.
Sabiendo que eso, muchas veces, implica caernos. Sólo hay que caer, descansar, levantarse, volver a caminar.
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Introspección. Soltar y descargar.
CasualeSoy una chica con muchas cosas para decir. Este texto, libro, escrito, es propio. Espero les guste.