Me sentía invisible.
No me escuchaban.
No me miraban.
Decía algo y hablaban encima de mí,
como si yo no estuviera hablando.
Como si lo que yo estaba diciendo
no aportara nada a la conversación,
lo que creía posible,
pero igualmente me hacía sentir mal.
Sentía que no encajaba en estas paredes,
ya no.
No pertenezco.
Ni acá ni en ningún lado.
ESTÁS LEYENDO
Introspección. Soltar y descargar.
De TodoSoy una chica con muchas cosas para decir. Este texto, libro, escrito, es propio. Espero les guste.