Introspección. Soltar y descargar.

Te tenía

Extraño los viejos momentos.

Viejos momentos, donde era realmente feliz. Te tenía, y eso, para mí, era tener todo. Hablábamos, nos besábamos.

Reíamos, jugábamos.

Salíamos y nos divertíamos.

Nos abrazábamos.

Mierda. Extraño muchísimo eso.

Extraño la comodidad,

tus abrazos,

tus bromas,

tus pequeños detalles,

esos apodos,

tus pequeñas cosas, cosas que

no hacías al principio porque

eras algo tímido.

Y esa sonrisa,

qué brillante que era.

Esos ojos, tan tiernos cuando

veías algo que te gustaba.

Esa forma en la que preguntabas por todo, porque querías saber de todo.

Recuerdo que no podía entender qué es lo que hice de bien para tenerte; recuerdo que me preguntaba a mí misma qué era lo que hice para tenerte.

Eras muy tierno conmigo, real, honesto.

No sabía qué hacer con tanto.

Mierda.

Te extraño.

Te extraño tanto.