IV

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Las dos familias se encontraban en el campo de cacería. Paul estaba algo confuso ya que no tenía ni la menor idea de quienes eran esas personas, pero sabía que eran del interés de su padre por la apariencia de personas forradas en billetes y solo esperaba a que no fuera un asunto tan serio como para involucrarlo a el.

Algunos se encontraban sobre sus caballos; Paul era uno de ellos. Estaba con el incómodo traje de cacería que marcaba perfectamente sus piernas, pero sentía que apenas podía moverse y respirar.

— ¿Dónde aprendiste a cabalgar? —inquirió su padre.

— Ayer aprendí —dudó si debía mencionar a John—. Me enseñó George en el establo y dice que lo hago bastante bien para estar recién aprendiendo

De pronto una voz femenina interrumpió la conversación.

— ¿Y quien es ese chico encantador? —preguntó la dama mientras sonreía.

— El es mi hijo, James Paul McCartney —dijo Richard mientras le hacía una señal al chico para que mirara a la muchacha—. Tiene diecinueve años.

— Soy Lizbeth, un gusto —dijo cariñosamente la joven, pero Paul siquiera le dirigió una palabra—. ¿Dije algo mal?

— Oh no te preocupes, es que no le gustan los días de caza —dijo el hombre—. James ella es la princesa Lizbeth, sucesora de la corona del Rey Aaron Sallow.

— Ya... ¿Y? —preguntó indiferente Paul.

— O te comportas o no verás a tu amiguito en un mes —le susurró Richard advirtiéndole.

— Lo lamento, mi mente estos días anda en muchos lados menos en la tierra —sonrió y besó la mano de ella cínicamente—. Un gusto, Liz

Prefería eso a tener que pasar un mes sin ver a su mejor amigo.

La chica tenía el cabello de un color que al sol se veía como dorado, su piel parecía de porcelana y sus ojos eran de un color extraño, como verde oscuro. Tenía buenos modales, pero era demasiado rígida, demasiado "correcta".

Apenas clavó su mirada en Paul sintió que había caído enamorada y que este era el amor de su vida, y de inmediato se decidió a conquistar al muchacho.

— Es la joven promesa de tu futura esposa. Cuando yo muera o caiga enfermo tu y ella estarán a cargo de Reino Unido ¿Qué dices? —le comentaba el padre mientras esbozaba una sonrisa. 

— ¿Esposa? —inquirió confundido Paul—. Pero papá, no la conozco ni ella a mi, es primera vez que la veo en mi vida

La chica escuchó las quejas de Paul y pensó:

Es el típico idiota que cree que es protagonista de una novela

— ¿Crees que me interesa? Yo y sus padres ya lo decidimos todo, ahora cierra esa gran boca tuya y pon atención

— Agh... ¡No quiero casarme con ella!

Al decir esto la mano de su padre se estrelló fuertemente en su mejilla haciéndola sonrojar al instante. Paul tocó su mejilla suavemente para luego dirigirle una mirada de odio al mayor.

Los presentes fijaron su atención en la pelea de padre e hijo y comenzaron a murmurar entre ellos mientras miraban a los McCartney.

— Vete muy a la mierda ¿Si? —le respondió Paul con una sonrisa falsa.

Volvió a subir sobre el lomo del caballo y alzó las riendas fuertemente, el animal rápidamente comenzó a subir la velocidad. El chico tenía su mente demasiado ocupada como para sentir miedo de que algo fuera a sucederle. Era el mismo caballo con el que había pasado la tarde anterior junto a John.

I'll Be Back; McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora