Eran los primeros días de diciembre, en Río de Janeiro, los rayos del sol cada día estaban más fuertes, todos iban a pasar el día en la playa para así tomar el color del verano. Pero para Luciana no era así, todavía no.
Estaba caminando de un lado para el otro frente al auditorio de la universidad, donde estaba esperando la nota de la última materia del tercer año de medicina que había terminado de rendir hace como unos 30 minutos.
Sentía morir con cada minuto que pasaba, y el maldito profesor de Fisiopatología (uno de los mejores cardiólogos del país, valga la aclaración) no salía a dar las notas de los estudiantes.
Cuando estaba a punto de salir a correr de la ansiedad y la desesperación, siente unos brazos que la sostienen alrededor de la cintura, eso hizo que la relajara un poco más, sabía que era él.
- ARIEL!! Pensé que no vendrías nunca, ya estaba por salir a correr de la desesperación! - y mientras le decía ponía sus manos en el cuello y lo abrazo con todas sus fuerzas.
- Ya cálmate cariño, sabemos que lo lograrás, ya te podrás dar un descanso y ya me dejarás aquí solo como cada fin de año- de repente se sintió frustrada, sabía que no era el momento para que él dijera eso, pero lo entendía, él odiaba cuando llegaba esta época del año y ella tenía que irse a descansar de los estudios y ver a sus papás quienes la esperaban ansiosos cada año. Solo no era el momento.
- Amor, sabes que mis padres te adoran y puedes venir conmigo y conocer mi ciudad, luego de tres años de relación, es lo mínimo que merezco. - le dijo sintiéndose mal por haberlo dicho de esa manera, pero lo tenía que hacer.
- Lu, sabes que yo... - y cuando iba a seguir hablando, sale el profesor con un montón de hojas que supone serán los exámenes de los estudiantes, incluyendo el de ella.
Nuevamente sintió su corazón a punto de salir de su pecho, de las tantas veces que latía por segundo y cuando sentía que ya no daba más.
- Luciana Moraes, 85%, sacaste un cuatro.
-WOHOOO!! A, escuchaste!!! Es un cuatro!! Es un cuatro!!!-. Definitivamente era un cuatro, una de las mejores notas, y ella lo había logrado. No era un 5( la nota máxima), pero un cuatro aún sigue siendo lo mejor para ella.
- FELICIDADES cariño!! Eres una maldita genio!!.- y sin mas se dan un abrazo y ella siente unas lágrimas caer de la felicidad que tenía dentro.
Una materia menos, un año menos.. Cada vez menos para lograr su objetivo, ser una flamante cirujana.
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Este intenso amor
RomanceLuciana, una chica de 22 años cree estar enamorada profundamente de su novio, con quien ya ha pasado 3 años a su lado. Pero al terminar el tercer curso de medicina en una universidad lejos de su hogar, regresa a su casa a ver a sus padres y tomarse...