Capítulo 8

68 0 0
                                    

Nunca me había gustado que me llamaran Lucy, pero en sus labios quedaba tan perfecto, que simplemente no me importaba.
- Entonces, no estás un poco mayor para venir aquí?.- le digo y esboza una media sonrisa y yo trato de contener el aliento y evitar que mi cuerpo no me quemara por dentro. Por qué es tan perfecto? Ni siquiera sé de dónde salió esa estúpida pregunta de la cual me arrepiento de preguntar.
- Me acabas de ofender.- dice poniendo su mano en el pecho fingiendo estar dolido. - Pero respondiendo a tu pregunta, hasta los viejos tenemos derecho a divertirnos, no crees?.- y al decir esto me guiña el ojo y yo siento que da un vuelco el corazón y siento sonrojarme de vuelta sin poder evitarlo. Cuántas veces lo había hecho en tan pocos minutos? Era normal acaso?
- Si, lo siento, yo... No quise decir eso.- y qué carajos es lo que quise decir? No quería ofenderlo. Seguro me cree una estúpida. Punto en contra Luciana. Por qué no puedo hablar con normalidad y coherencia? Nunca me había pasado.
- Entonces Mia, la pequeña. Es tu hija?.- me dice preguntando fijamente a mis ojos, esos ojos grises penetrantes que hacen que me estremezca y no pueda apartar la mirada.
- No, ella es mi sobrina. Es hija de mi hermana soltera, bueno no soltera, ahora ya está con alguien, pero la crió prácticamente sola...- y cuando iba a seguir hablando me di cuenta, que demasiada información era acaso necesaria? Dios. Pensará que estoy loca o algo parecido. Pero cuando lo miro el está con su vaso de whisky on the rocks mirándome fijamente a los ojos sonriendo, en ningún momento apartó la mirada, me está volviendo loca.
- Cuántos años tienes, Lucy?.- dice con la mayor tranquilidad, pero con una voz tan sexy que mis piernas se debilitan al escucharla.
- Este acaso es un interrogatorio? Tu esposa podría molestarse si sabe que estás haciéndome este interrogatorio.- el ríe y yo de alguna forma tenía que saber si este perfecto y sexy hombre que tengo al lado, está con alguien más.
- No es un interrogatorio, y no tengo esposa si eso es lo que quieres saber. Estoy soltero y sin compromiso alguno.- me dice esbozando una media sonrisa, esa tan sexy. Sin dejar de mirarme a los ojos. No tiene esposa Lu!. Punto a favor.
- Entonces así es como tratas de convencer a todas para llevarlas a tu casa?.- suelto, pero enseguida me arrepiento de haberlo dicho. El suelta una carcajada que hace eco en mi oído, y en mi corazón. Nunca me había pasado esto.
- No todas, solo las que me interesan.- y esta vez lo dice tan cerca de mi oído que podía sentir sus perfectos labios rozándome la piel. Mi corazón se aceleraba un poco más, si eso podía ser posible. Pero pensando con un poco más de claridad. "Las" que me interesan?No, no, no. No voy a caer en su juego. Debe ser un mujeriego que lleva todas las que quiere, y yo no seré una de ellas.
- Voy a ir junto a una amiga, nos vemos.- le digo agarrando mi botellita de cerveza. Que ya está caliente y maldigo por eso. Y voy junto a Kari que está bailando como loca en el centro de la pista.
Cuando giro hacia la barra, él seguía ahí, veía como me consumía con la mirada. Eso solo hacía que me volviera más loca. Necesitaba un trago con urgencia.
Y sin más tomé hasta acabar mi cerveza y pedí al mozo que me traiga otra, mientras Kari y yo nos adentrábamos en la música de Jason Derulo, bailando como sabíamos.
Después de unas botellitas más de cerveza y bailando al ritmo de la música. Realmente éramos buenas bailando. Decidí que era suficiente, ya que Kari, estaba punto de entrar en un coma alcohólico si seguía tomando. Ella no sabía tomar, solo con unas cuantas margaritas ella estaba sin poder articular las palabras, que bailando así nomas no se le notaba. Pero yo la conocía, por eso no dejé que ningún tipo se quisiera aprovechar de ella, y yo rechazaba a todos los que se me acercaban. No quería bailar con nadie. No lo necesitaba.
Mientras Kari va al baño tambaleándose, veo que empieza a hablar con alguien pero no distingo con quién. Solo la miro desde lejos. Esperando que no se aproveche de ella, porque sino iba y la sacaba de él.
Afortunadamente, la deja de vuelta y Kari viene junto a mi.
- Ka, es hora de que volvamos a nuestras casas, ven.- ella me mira haciendo pucheros, pero la tomo de la mano y caminamos hacia la entrada.
- Feli, ya es hora de que vuelvas. Te esperamos aquí frente a la entrada.- le llamo y le digo a feli mientras sostengo a Kari de la cintura, que está a punto de quedarse dormida.
- Necesitas ayuda?.- alguien dice, y reconozco esa maldita voz sexy que me pone la piel de gallina.
- No es necesario.- le digo sin más.
- Tienen quién las lleve?.- pregunta de vuelta y yo solo asiento. Está parado junto a mi, y sé que está puesta su mirada en mi, pero no puedo mirarlo, porque si lo hago volveré a sonrojarme y él se dará cuenta, esta vez lo hará debido a los faroles de la calle encendidos. Y no podré evitarlo.
- Oye, yo... .- y cuando él iba a decir algo más se estaciona feli y doy gracias a Dios de que haya llegado justo a tiempo.
Feli me ayuda a colocar a Kari en el asiento de atrás, y por qué sigue ahí? Por qué sigue mirándome? Y cuando iba a subir. Se me acerca, me agarra de la cintura para tenerme aún más cerca y me dice al oído.
- Nos volveremos a ver, Lucy.- y luego de eso vuelve a rozar sus labios por mi piel, esta vez debajo de mi oreja, de una manera más lenta. Y luego se da media vuelta y se pone a caminar. Y yo siento mis piernas temblar, mi corazón estallar, y mi piel erizar. Quién es este hombre? Y qué ha hecho conmigo?

Este intenso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora