Capítulo 9

62 0 0
                                    

Llegué a casa, me saqué los zapatos , me puse mi pijama de color blanco con un poco de celeste, que consistía en una camisilla con un shortcito que apenas cubría mis nalgas, bastante confortable. Me cepillé los dientes. Y me tumbé en la cama.
Eran las 5:00 am. Y yo simplemente no podía dormir. Por alguna razón mi corazón todavía no normalizaba sus latidos, y no podía evitar sonreír al recordar ese momento en que sostenía mi cintura con tanta firmeza. Haciendo correr esa electricidad en cada parte de mi cuerpo por el contacto con su piel. Era una extraña sensación. Y no lo había sentido antes, nunca de esa manera.
Lo más extraño es que no sabía nada de él, no sabía cuántos años tenía, aunque aparentaba de unos 30 y tal vez un poco más, no sabía que hacía de su vida. Y por qué me importaba saber? Lo había visto dos veces apenas!.

Lo que sí sabía era que se llamaba Thiago, que tenía un hijo, Toby. Aparentemente de la edad de Mía. Y qué estaba soltero, o eso fue lo que dijo él. Y que le gustaba salir a divertirse?.
Aunque esta noche no lo vi con ninguna chica, solo tomando en la barra con otro muchacho también muy apuesto, pero la verdad no me había fijado demasiado, porque él había acaparado toda mi atención.

Metida en mis pensamientos, metida en el recuerdo de esos ojos grises que me penetraban con tanta intensidad. Poco a poco fui conciliando el sueño. Hasta quedarme profundamente dormida.

El domingo desperté, como a las dos de la tarde con una leve resaca. Me imagino como estará la de Kari y empiezo a reír sola. Bajo junto a mis padres que estaban recostados en el sofá de la sala viendo la televisión, después de comer algo, decidí preparar unas palomitas para unirme a ellos y ver alguna película romanticona que haya en netflix. Amaba las películas románticas, y ellos pidieron que elija una, y que mejor que The notebook para llorar un poco?.
Ariel no había aparecido en todo el día. A decir verdad no pensaba escribirlo, no quería. Estaba relajada, y así pensaba permanecer ese domingo. Kari no había aparecido tampoco, probablemente siga profundamente dormida.

El lunes pasó al igual que los siguientes días, iba a la playa con Kari a pasar el día, hablábamos de cosas sin importancia, y para la noche cada una iba a su casa. Iba al mismo lugar que había ido aquella vez con Mia en la playa, esperando tal vez un poco ilusionada que Thiago apareciera a deleitarnos con su belleza y su perfecto y sexy cuerpo. Pero no fue así. No lo volví a ver.
Ariel no volvió a escribirme desde que me había colgado, y yo tampoco a él. Vi unas cuantas fotos que alzó al Facebook con unos amigos y unas amigas estando en la playa, y bailando de noche. Pero le resté importancia. Realmente pareciera no importarme. No sé que sentiría si lo viera en persona. Ya no sabía lo que sentía hacia él.

No después de haber visto a Thiago. Él no salía de mis pensamientos y ésa era la verdad. No podía negarlo. Y lo más triste es que no lo volvería a ver. O eso es lo que yo pensaba.

Este intenso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora