Capítulo 16

25 0 0
                                    

Una vez acostada en mi cama, agradecí que mis padres estén profundamente dormidos y no se hayan dado cuenta de mi llegada. Despedirme de Thiago fue muy difícil, porque aunque le había prometido que nos volveríamos a ver. No sabía cuando eso ocurriría. Hacía unos minutos que me dejó y ya lo extrañaba. Tenerlo y sentirlo cerca era tan gratificante para mi. Me sentía bien. No entendía el motivo de su mala fama, que hasta Kari lo quería alejado de mi. Lo de Lara lo entiendo, además de ser su jefe ella siempre ha sido de esa manera conmigo. Protectora. Si me había presentado a Matt era porque realmente le parecía un buen chico para mí. A pesar de ser un apuesto joven, y parecer un buen hombre, no me sentía atraída por el ni siquiera un poco. Tal vez eso se debía a que Thiago se había metido a mi mente, y estaba segura que también a mi corazón. No podía entender, no lograba entender cómo pudo meterse de lleno a mi vida en tan poco tiempo, y aún sin conocerlo bien, cuando lo tenía cerca de mi, sentía como si hacía años lo conocía. Era un sentimiento raro. Pero era uno verdadero, de eso estaba segura.
Y luego estaba Ariel, había pasado una semana que no sabía de él, ni él de mi. No me había buscado y yo tampoco a él. Después de tantos años no entendía su actitud tan inmadura, pero lo más extraño era que tampoco me sentía triste. Sino más bien liberada, aliviada. Como si necesitase ese espacio sin él.
Hace dos semanas vine a casa y ha pasado tantas cosas que jamás lo hubiera imaginado. Tenía tantas cosas que pensar, pero al final lo único que venía a mis pensamientos era él. Thiago.
Y lo peor de todo era que no podía comentarlo con nadie. Nadie lo aceptaría,ni lo entendería. Que va! Ni siquiera yo me entiendo en este momento.
Escuche sonar mi celular y enseguida lo agarre esperando que sea él, y así lo fue.

*Buenas noches mi Lucy. Espero con ansias volver a verte.
Espere un rato para responderle con mi corazón acelerado, era increíble como con un simple mensaje podía lograr eso en mi.

*Buenas noches para tí también. Yo también lo espero.

Puse mi celular en silencio sobre mi mesita de luz, y me acomodé para dormir con una enorme sonrisa y el corazón a mil por hora. Era mi momento, quería disfrutarlo. Ya veremos como saldré de esta. Me dije a mi misma, aún sabiendo que lo que menos quería era alejarlo.

Era sábado y Lara, Marco y Mía vendrían a almorzar. Todavía no había hablado con Lara por lo de Matt, y agradecí mentalmente que no me haya llamado ni escrito. Ya me había pasado el enojo con ella, y a decir verdad fue algo estupido. Después del almuerzo hablamos y quedamos en paz y amor nuevamente.

Le conté a Mia que Toby había preguntado por ella, y se puso a saltar de la felicidad.
- Tía!! Tienes que llevarme a jugar con él, por favor, hazlo tía!.- me decía Mia saltando emocionada.
- Deberíamos preguntar a tu mami primero que piensa al respecto.
- Qué pienso de qué Lu?.- se acerca Lara a nosotros diciendo eso.
- De que Mia vaya a jugar con Toby, o que él venga a jugar con Mia.- digo sonando un poco nerviosa. Sabía que eso implicaría hablar con él. Lara me miró frunciendo el ceño
-Lu, eres una alcaguetera. Pero como Toby ya se hizo amigo de Mia no puedo negarme. Eso si prefiero que él venga aquí. Voy a llamar a Thiago a ver que piensa.- al escuchar tan solo su nombre las mariposas en mi estómago empiezan a revolotear. No puedo evitar sonreír. Lara sigue mirándome con una ceja enarcada. Rayos.
*Hola Thiago, cómo estás? Dime, que posibilidades hay de que Toby venga a jugar con Mia a casa de mis padres?.- le dice Lara, y yo no puedo evitar ponerme nerviosa al solo imaginarme su voz a cm de mi.
* Dale, me parece perfecto. No, puedes decirle a Marcos, tu chofer que lo traiga. Bueno, si insistes. Ok! Nos vemos en un rato.
- Qué te dijo?.- preguntamos al unísono Mia y yo.
- Va a traerlo en cuanto termine unos asuntos. Espero que su insistencia en traerlo él de forma personal, no tenga que ver contigo, Luciana.- dijo tajante.
-Pues no veo por qué tendría que ver conmigo.- digo intentando sonar segura, incorporándome del sofá dirigiéndome hacia la cocina.
- Ajá, como digas.- sentenció ella.

Cuando escucho el timbre sonar mi corazón deja de latir, y me empiezo a poner muy nerviosa, demasiado.
-Tiaaa! Es Toby, vamos a abrirle!.- sin dejar que pueda protestar me lleva de tirones hasta la puerta. Y con más nervios que nunca me atrevo a abrir la puerta.
Y ahí estaba. Lucía una campera de cuero negra con una remera blanca debajo, y unos jeans desgastados. Todo un adonis. Perfecto. No podía deja de mirarle y tampoco podía articular palabra. Hasta que Mia jalándome de la mano, una vez más, me hizo volver a pisar tierra.
-Pp.. Pasen por favor.- digo abriendo mas la puerta mirando a Toby que estaba tímido escondido detrás de las piernas de Thiago.-

- Estás hermosa, con tus shorts deportivos. Te quedan sexys.- me dice al oído aprovechando que Mia llevó a Toby hacia el jardín. Mi cara de pronto se volvió de un rojo tomate, y el muy descarada rió ante mi reacción.
-Ay Lucy, me tienes loco.- me habla nuevamente mirándome a los ojos, y yo derritiéndome por dentro, intentando recobrar la postura justo en el momento que aparecen Lara y Marco junto a mis padres.
Una situación para nada incomoda.

- Buenas tardes señor y señora Moraes. Mucho gusto. Lara. Marco.- dice saludando a todos mientras nos sentamos en la sala de estar.

Mis padres respondieron el saludo de la misma forma, al igual que Lara y Marco. Aunque Lara con menos formalidad. Ya que lo conocía de hace años, y aunque era su jefe se trataban como amigos. Si, le apreciaba a su jefe como su amigo, pero no soportaría la idea de que se me acerque. Así es ella.
Estuvieron ahí hablando de cosas de negocios y cosas triviales, se reían, y de vez en cuando me echaba una mirada que solo el y yo podíamos descifrarla.
Sin poder aguantar más estar cerca de él y no poder siquiera agarrar su mano, decidí incorporarme e ir junto a los niños. Ellos siguieron hablando pero Thiago no dejo de mirarme hasta que desaparecí de su vista.
Toby y Mia estaban jugando y corriendo y cuando llegue junto a ellos. Ambos corrieron junto a mi, colgándose por mis brazos haciendo que caiga al pasto. Empezamos a reír a carcajadas y a hacernos cosquillas. Amaba compartir con Mia, y Toby era tan tierno.
-Me hubiera gustado tener una tía como la tuya, es genial no crees Mia?- dice Toby mientras estábamos sentados alrededor de todos los juguetes de Mi.
- Si, mi Tía Lu es genial. Pero puedo compartirla si quieres.
- En serio lo dices?!! Sii, quieres ser mi tía?.- pregunta Toby
- Pues claro que si! Llámame tía Lucy.- le dije y el me abrazó. No pude sentirme más feliz en ese momento.
- Sabes, tengo un tío y una tía pero nunca están por aquí, y cuando vienen me llenan de juguetes.
- Ah si?.- esta es mi oportunidad de saber un poco más, pensé.- Son hermanos de tu papi?.-

-Si, a parte está el tío Loui. El también es muy divertido. Mi papá juega conmigo, pero a veces trabaja mucho y no tiene tiempo.- dijo un poco triste.
- No te pongas así Toby. Sabes que para él eres lo más importante en su vida. Lo sabes verdad?

- Si, desde que mi mami ya no está, hace todo para que sonría siempre. Es un buen papi.

Asentí y les hice cambiar de juegos. Para que no hablara más de eso. Era un niño tan inteligente como lo era Mía. Me sentí intrigada por lo de su mamá, pero no quise preguntar nada. Luego lo averiguaría.

- Así que te diviertes más con los niños que con los viejos?.- sonreí al escuchar su voz, podía acostumbrarme al sonido de su voz todas las mañanas al despertar, pensé.

- Pues es mucho más divertido que escuchar sobre cosas que no entiendo nada.- dije mirándolo e incorporándome del pasto. El rió negando con la cabeza. Yo sonreí satisfecha.

-Toby tenemos que ir ya. Ya es hora.- Toby hizo pucheros pero no dijo nada más. Se despidió de Mia y me dio un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.
- Hasta pronto tía Lucy.- me dijo y Thiago me miró sorprendido. Yo sonreí y me encogí de Honbros.
Les acompañe hasta la puerta y cuando se despidió me dijo
- Te has ganado el corazón de los Kohn.- me besó en la mejilla con suavidad y se marchó.

Yo me quedé sin poder decir nada, cerré la puerta y me recosté por ella. Todavía no podía procesar lo que me había dicho.
Sea verdad o no lo que me dijo. Me había puesto el mundo de cabeza. Entonces lo entendí y no podía negarlo más. Estaba completamente enamorada de Thiago. Enamorada del jefe de mi hermana.

Este intenso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora