Capítulo 5

62 0 0
                                    

Veo al niño con la pelota corriendo y empiezo a acelerar los pasos para alcanzarle y poder sacarle lo que es de Mia. Pero cuando estoy cada vez más cerca me doy cuenta que va corriendo a los brazos de... su padre? Su hermano? Cuando llego a cm de ellos él se levanta, ya que estaba de rodillas junto al niño abrazándolo, y cuando se para y lo veo bien... OH MALDITA SEA. Me quedo con la boca semiabierta y solo espero que mi enorme sombrero de playa pueda cubrir mis mejillas sonrojadas.
Creo que es el hombre más guapo que vi en este mundo cruel. Sus abdominales bien marcados, esos bíceps con las que agarra a ese niño, esas piernas perfectas que encajan en ese short de playa de un tono rosado gay pero que le deja adorablemente sexy y esa sonrisa colgate OH POR DIOS, qué coños me pasa?. Y para qué he venido hasta acá? Mia me jala de la mano, AH si!
- Ehh, disculpe... Esa pelota es de Mía.. Y ese niño le quitó.. -. Dije apenas con una voz entre cortada, qué es lo que me pasa? Mi corazón late mas rápido de lo normal y entonces lo escucho decir
- No me digas! Discúlpame tu a mi, toby anda, devuélvele la pelota a la hermosa niña, si no quieres ser odiado por el resto de tu vida. Por cierto, me llamo thiago, tú eres?-. Y esa sonrisa perfecta que casi me hace temblar de los nervios.
- Luciana, mucho gusto-. Le estrecho la mano y no sé por qué razón siento una electricidad correr dentro de mí, al sentir su mano contra la mía. - Espero que cuide más a su hijo de andar robándole cosas a las niñas buenas-. Echa una carcajada que me hace estremecer pero luego frunzo el ceño.
- No sé pero yo veía muy coqueta viéndole jugar a Mia con mi hijo, y si la ves ahora, está haciendo lo mismo-. Y vuelve a reír, pero solo me hace pensar y de alguna forma sentí que haya dicho "hijo", debe tener una hermosa esposa esperándole y yo acá sonrojándome por solo escucharlo reír. Qué es lo que me pasa?!! Tengo novio y lo amo maldita sea!.
- Ah si, como sea. Mia vámonos, debemos ir ya con tus padres. Te están esperando.- mentí pero sentía que ya no debía de estar ahí, sino querría correr a sus brazos. Espera, qué?
Y antes de que me diga algo doy la vuelta, y voy con Mia a recoger nuestras cosas, pero antes de ir, miro donde estaba ese apuesto hombre de unos 30 años quizás? Y él está ahí, no sé si mirándome a mi, ya que con esos lentes que tiene y que le quedan perfecto no lo puedo distinguir, y aunque quisiera no creo que lo haga.

Este intenso amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora