Could you give me another chance? | h.s.

Capítulo 12.

-Mierda- de todas las personas que podían atraparme en mi mal elaborado plan de escape tenia que ser él.

Deje caer mi mochila al suelo, en un costado a mis pies, dándome por rendida, ahora no tendría oportunidad alguna de salir. Él le diría todo a Trisha. Me encerrarían en mi habitación por la eternidad. Llamarían a mi padre y todos mis planes de alejarme de aquí por un tiempo se vendrán abajo.

-¿Quieres salir por la ventana o por la puerta? Yo creo que la ventana le daría un aire más clandestino, tenso y misterioso a tu fuga pero si prefieres la puerta no tengo problema-. Se cruzo de brazos reteniendo su peso contra la puerta.

Mis oídos no podían dar crédito a lo que acababa de oír.

Era imposible que él le estuviese diciendo eso, prestándome su ayuda, su intención era hacerme la vida imposible ¿No? 

Seguro estaba planeando algo, si, eso debía ser. Esperaba tener a su presa desprevenida y listo para atacar, se lanzaría contra mi, tal y como lo hacia un depredador.

Alguien experto en aquello.

Paranoica.

Cerré mis ojos con fuerza, me agrada ilusionarme con la idea de que quizás si los cerraba y los volvía a abrir su voz y el desaparecerían, tal y como lo hacían mis pesadillas cuando pequeña. Pero apenas separe mis pestañas lo vi a él, todavía parado ahí.

Todo era su culpa, por su culpa se había arruinado mi plan, solo de él.

- Hola ¿Hay alguien ahí?- Golpeo con suavidad mi cabeza.

-¡Inútil!- farfulle hastiada, cansada de todo. Lo aparte de mí lo más posible e intente estabilizarme.

-1, 2,3......- 

-¡Hey! ¿Se puede saber que te sucede? trato de ser amable y me tratas peor que a una cucaracha- se aproximó mas a mi agotando la tranquilidad que había conseguido en apenas 5 minutos. Nada.

-¿Se puede saber que te pasa a ti? Joder Harry, primero vienes y me tratas como no quieres que te trate, luego me abrazas e intentas consolarme para luego volver a despreciarme - grite abordada por el colapso dejándome caer contra la puerta. No importa si despertaba a Trisha, se enteraría de todos modos por Harry. 

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Hice todo lo que me pude permitir para no llorar. No enfrente de él. Pero no pude. Impotencia, me sentía tan impotente por no poder hacer nada, por ser tan débil y estúpida. En cosa de segundos comencé a lloriquear, sintiéndome humillada, aplastada.

Habíamos cambiado tanto y ni siquiera sabíamos por que, era lindo y doloroso recordar como antes todo llegaba a ser tan exorbitantemente fácil. Quizá fueron las condiciones o las personas alrededor, pero se suponía que las personas cambian para mejor, no para peor. No como estábamos cambiando nosotros.

Deseaba con todas las fuerzas de mi alma poder retroceder, aunque eso significase volver a vivir la insufrible adolescencia lo haría. Pero eso no pasaría, ni en el mejor de los sueños nosotros volveríamos a ser los mismos. 

Levante mi vista hacia él y retuve la mirada. Intente buscar algo que me dijese que el seguía ahí, que podía seguir confiando en el. Aferrarme a una idea ilusa.

No quería seguir despertando y solo recordar su nombre. Yo quería tenerlo a mi lado, despertar y ver su pretenciosa sonrisa para mí, para hacerme sonreír. Solo a mí. Que el fuera mio. Solo mio.

Sentir sus brazos y sus manos deslizarse por mi cuerpo cada mañana de mi existencia por las mañanas, en las tardes, en las noches. Su aliento en mi piel. Sus caricias. 

Me sorprendía como él podía tener tanto efecto en mi, que ni siquiera toda mi fuerza de voluntad me servían en situaciones así.

Levante mi cabeza y lo observe:
En sus ojos había una mezcla de arrepentimiento y suplica, ¿Pero que podía estar rogando? ¿Perdón?