Could you give me another chance? | h.s.

Capítulo 8.

Harry siguió acechándome hasta que me cansé y le dije que seríamos amigos a gritos - bajo la mirada y empezó a juguetear con sus dedos.- siento tanto haberle tratado así-suspiro- nunca supe por lo que en realidad pasaba.- carraspeo- pero lo echo, echo está- se recuperó de su pose afligida inmediatamente.

- Con el paso del tiempo aprendí a soportarlo, o por lo menos tolerarlo- sonrió- de cierta manera fue agradable y no me juzgo por las apariencias como todos.- lo siento, otra vez yo y mis sentimientos.
Negué con la cabeza haciéndole entender que no importaba.

-Hubo un momento en el que en verdad estuve arrepentido de haberlo tratado de esa forma- continuó- y desgraciadamente accedí a hacerle un "favor" -hizo un gesto de repulsión- por supuesto si hubiera imaginado que es lo que me iba a pedir nunca habría accedido- murmuro.

- No me pidió nada hasta después de un par de años, cuando volvió a encontrarse contigo- me fulmino con la mirada.
Levanté los hombros descuidadamente dándole a entender que no comprendía nada.
Me contó todo lo que sucedió entre tú y el -puse una mueca de espanto al imaginarme lo que podría haberle contado- tranquila-hizo un gesto desinteresado mientras a la vez se formaba una sonrisa en su rostro- 

-No me contó lo que hacían mientras estaba solos-
Sintiendo el rubor en mis mejillas le propine un golpe en el hombro.
Me miro intimidante y me eché hacia atrás -me había asustado- hasta que el comenzó a reír descabelladamente.

-Debiste haber visto tu cara- musito mientras se convulsionaba de la risa.
Me levante ágilmente y me dispuse a largarme de ahí, estaba cansada. Cansada de todo.

-No creo que tu curiosidad te permita irte sin terminar de escuchar la historia _____- dijo con sorna, la obviedad era notable cuando quería molestarme.
-Comienza- dije con sequedad, necesitaba descansar, mi mente necesitaba tiempo para procesar todo y llegar a entenderlo.

-Lo diré sin rodeos, te comportas como una niñita caprichosa- espeto – Harry me pidió que te cuidara porque eras la mejor persona para meterte en problemas y tú no permitirías que él lo hiciese- respiro- ¿Contenta?
Lo único que me faltaba –pensé- ser otra carga en la vida de las personas, ya había tenido suficiente de eso. Nadie le había pedido a nadie que cuidase de mí, eso podía hacerlo yo sola.