Capítulo diecinueve (final)

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La relajación era la mejor parte.

Al día siguiente, Chan ya le había hecho las valijas para irse de viaje, ahora ya llevaban tres días allí.

— Entonces, ¿cómo te diste cuenta de lo que planeaban? —le preguntó el menor.

Ambos estaban de vacaciones en un lugar soleado y más family friendly. Hawaii era todo un paraíso para poder descansar de tanta mierda. Seungmin sintió que quizás Chan estaba tramando algo, nuevamente. Pero no tenía presentimiento alguno de maldad, no esta vez.

— Desviaban dinero de mis cuentas. —rió— Parece que Felix se metió con mis tarjetas y bueno, como ves, yo me dí cuenta. —bebió un poco de su botella de agua— Le dí tiempo de retractarse, pero continuó desviando dinero a las cuentas de Changbin.

— Entonces no fui el único estafado. —rió el pelinegro— ¿Por qué no me habías dicho nada?

— Porque no estaba tan seguro en un principio y no quería que supieran que yo lo sabía. —se encogió de hombros— Si yo te lo comentaba, ibas a accionar impulsivamente, y me quitarías el placer de torturarlos.

— No hables así, lo dices con una sonrisa y te ves como un loco. —lo regañó.

— Loco por ti, bebé. —le guiñó un ojo.

— ¡Oh, vamos Bang! —rió, tirándole agua— Eres mejor que eso. —dijo por aquel intento de coquetear.

— Puedo probarlo, vamos a la cama. —le guiñó un ojo.

— Nada de eso, tú no puedes hacer el trabajo aún. —lo miró con una ceja levantada— Tienes que hacer reposo, mientras tanto me toca a mi. —rió— Ya no usas el súper bastón pero aún tienes que tener cuidado, amor.

— ¿Amor? —lo miró— ¿Mágicamente dejé de ser tu ex?

Aún después de que despertase, jamás habían hablado de ello.

— No tenemos que ser novios para que yo te diga amor. —se encogió de hombros.

Chan quedó mirándolo fijamente con cara de perrito mojado para luego mirar hacia el mar, haciendo puchero. Seungmin quiso reír ante su reacción, pero se aguantó hasta que él volvió a hablar.

— Bien, sé que los títulos no importan. Pero no me gusta ser tu nada o tu algo. —lo miró fijo, el pelinegro aún viendo hacia el mar y probablemente pensando en algo más— ¿Quieres continuar siendo mi novio?

— Voy a pensarlo. —se paró de la reposera— Quizás si, quizás no...

Sintió como era tomado por el muslo y pronto terminó sentado en el regazo de Bang con sus manos tomándolo firmemente por la cintura. Se le puso la piel de gallina cuando la respiración del mayor chocó con su cuello y seguidamente pasó su lengua, moviendo sus caderas.

Tomó su rostro y cuando estuvo a punto de besarlo, sus respiraciones chocando y separados por milímetros, Chan lo alejó.

— No pienso besar en los labios a alguien que no es mi pareja. —sonrió.

Seungmin se relamió los labios, sonriendo también. Lo había pensado bien, pero no tanto.

— Bien. —se movió en su entrepierna y cuando sintió que ya estaba duro, simplemente se paró.

— ¿A-A dónde vas? —su voz sonó agitada.

— No pienso acostarme contigo, no tendré sexo con alguien que no es mi pareja. —le sacó la lengua.

Chan resopló al ver al pelinegro caminar hacia la orilla del mar. Era un enano malvado, demasiado cruel y con un gusto por calentarlo y dejarlo allí sólo.

Sirens ❣︎ chanseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora