C U L P A

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Cuando hablo de culpa,

pienso en la ansiedad,

por cada pensamiento, me doy una multa,

por torpe y por mi necedad.

Me culpo por decir que no,

aunque sé que es mi decisión,

me culpo por pedir perdón,

aunque no debía pedirlo yo,

y lo he hecho por miedo a todo perderlo,

no es bueno creer que todo lo malo tenemos qué merecerlo.

Culparse incluso sin haber hecho nada,

es una decepción, una putada,

una patada

por la espalda,

hacer lo que la gente esperaba,

sin que fuese eso lo que buscabas.

Que sepan que soy débil y culparme,

algo que desprecio y que es desagradable,

pero por ser amable,

se aprovechan, y me ahorcan con el cable.

Cuando me di cuenta de esto,

mandé al carajo a todos, por supuesto,

saqué mi sutura,

llamada alcohol,

que aunque digan que no todos los males cura.

Dejé de hacerme menos y me puse a la altura,

lo malo no dura,

menos cuando te levantas

y plantas cara dura.

Abrázate y perdónate,

busca tu bienestar,

no te culpes por todo, mereces el lugar donde estás,

dalo todo, porque no hay vuelta atrás.

CONTRADICCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora