Cometer errores es de humanos, de no hacerlo, ¿cómo aprenderíamos sobre lo que es bueno y sobre lo que no?
Estos errores son pagados con precios muy altos, y esto resulta doloroso. Las consecuencias que hay detrás, nos pueden llevar a tomar decisiones drásticas, que no solo pueden hacer peor los sucesos, sino que no podríamos estar bien con nosotros mismos.
Hacemos lo que podemos para buscar el perdón, y tal es nuestra desesperación que queremos que nos llegue del cielo, pero las cosas no son así...
La redención se busca por cuenta propia.
¿Cuántas veces no hemos querido frenar nuestro sufrimiento? ¿Cuántas veces no acudimos al alcohol para dejar de llorar?
¿Cuántas veces no buscamos consuelo en el tabaco con la esperanza de aliviar la ansiedad y la tensión?
Cometer actos sin pensar en quién podemos dañar, es común. Hay a quienes no les importa el daño que se causó. Les basta con pedir perdón, o ni siquiera hacerlo, para ellos es así de simple.
No siempre es necesario cagarla para buscar redención.
Lo sé porque durante años me he castigado con recuerdos de personas que nunca me quisieron, me lastimé tanto, que no sabía qué hacer conmigo mismo.
Nadie me lo hizo, fui yo solo, y a través de la poesía y la música busqué mi redención.Buscaba el perdón en personas que no tenían respuesta a lo que solo me estaba provocando.
Le pedí perdón a todos, pero no se me ocurrió pedirme perdón por torturarme durante años con pensamientos inútiles. Poco a poco, mediante la escritura fui comprendiendo todo lo que pasaba y dejé de culparme por decisiones que tomaban personas al alejarse de mí.
Me intimidé tanto por juzgar y creer que cualquier cosa que pasara tendría qué lastimarme.
Decidí buscar por mí el camino correcto, pero hasta cierto punto, fue un error, negué el consejo y ayuda de quienes solamente querían ayudarme a volver a brillar porque nunca les ha gustado verme apagado, nunca les ha gustado verme mal. Una decisión estúpida.
En los peores momentos es cuando más necesitamos escuchar y apoyarnos de nuestros seres queridos.
Ellos no tendrán la respuesta de todo lo que nos pasa, ni nos brindarán el perdón que tanto necesitamos.
Pero sí serán nuestro sostén para no desviarnos de lo bueno.
Repito, no tenemos por qué vivir de nuestros errores, no nos definen.
Nos define lo que hacemos para mejorar como personas.
Apóyate de quien te quiere, y sé soporte de quien quieres.
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CONTRADICCIÓN
PoetryCONTRADICCIÓN es la tercera parte de este proyecto que comenzó hace poco más de un año en el cual he ido aprendiendo a expresar todo lo que pienso y darle al mundo un poco más lo que soy. Mostrar mis heridas y que otros duelan conmigo. Ha sido un añ...