C O N T R A D I C C I Ó N

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Ya estamos por concluir este increíble viaje.

Aunque fue más largo para mí, porque así como a muchos de nosotros el 2020 será memorable.

A día de hoy que les estoy escribiendo esto, he experimentado un suceso grande, sumamente impactante para mí. Estando frente al papel, soy más que libre de expresarme porque no hay nada en el mundo que me pueda privar de esto.

La razón de que esto sea el contenido para este capítulo es porque ciertas personas, hablaron conmigo. Me hicieron ver el poder que tengo.

Que mi voz es potente ante los oídos de cualquier persona y deja huella.

Pero no, no lo dijeron para felicitarme. Por primera vez en 21 años de mi vida, me enfrenté a las consecuencias que puede traer este "poder". La palabra es un don que pocos tienen, desgraciadamente para mi suerte, en algunas ocasiones hice mal uso de este.

Pude haberme enojado y actuar de manera primitiva contra estas personas, tanto de su acto como de la intención con lo que lo hicieron. Pero no, porque todo esto fue un golpe grande para mí, para mi mente, para mis creencias y para mi ego. Ha marcado un antes y un después.

La manera en la que me lo plantearon fue "doble moral", yo lo entendí como "contradicción".

Tanto es así que esta es la razón por la cual escribí este libro. Contradije mi actitud, mostrando una cara ante ciertos lugares, y otra muy diferente estando a solas.

Alguien a que respeto bastante me dijo "El miedo es un demonio y nos hace actuar fuera de lo que realmente somos".

El peor de los demonio para mí es el haberme desconocido por miedo.

Encontrar un equilibrio entre lo que aparentas y lo que eres; mejor dicho, ser y no aparentar. Desde que tengo memoria he buscado ser una buena persona, y como lo pusieron sobre la mesa, y a sus ojos, no lo soy. Bueno, punto de vista de cada quién, porque ni ellos saben lo que hago fuera, ni yo lo que hacen ellos en otros lados.

Lo veo como una oportunidad, una oportunidad que jamás se presentará otra vez en mi vida, está en mis manos el cambio a partir de este día.

La contradicción es mala y soy el vivo ejemplo. Porque, recuerden "Cultivas lo que siembras".

Aún hay infinidad de personas que, cuando me ven en momentos flojos o malos, siguen viendo algo bueno en mí, me corrigen y me sirve para pulir detalles en mi formación como humano.

Quizás no esperaban algo así para culminar todo un año de trabajo sobre estas páginas, pero necesitaba sacar esto, como todo lo demás que ya leyeron.

Somos eternos aprendices de la vida, debemos reconocer nuestros errores, hacer algo por mejorar, no volver a cometerlo, con valor y ser responsables de nuestros actos, toda la vida.

CONTRADICCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora