M E L A N C O L Í A

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Me sigo preguntando en qué punto me quitaste las ganas de todo.

Desde las ganas de despertar,

las de escribir,

las de soñar

y las de latir.

Lo que he hecho y logrado,

no me sacia,

no me siento inspirado,

se me escapa la labia.

La poesía es lo único que me ayuda

a escombrar el corazón,

de tanto doler ya me da cruda,

sigo avanzando pero sin una buena razón.

Por ti me he detenido

y no he sabido

jugar mis cartas,

dime, ¿de joderme tanto la vida no te hartas?

Le perdí el gusto al deporte,

si no me aparezco, no creo que a nadie le importe.

Me volví mas holgazán,

las ganas de llorar me abrazan,

me es indiferente muchas cosas que pasan,

no soy así y me digo que basta,

pero ni así me basta.

Cada día le pido a la vida que me motive,

que esta melancolía se me olvide

antes de que mi corazón se oxide.

En lugar de mejorar,

solo estoy tirado en la sala, y de la sala a la cocina, de la cocina a la mesa, de la mesa a mi cuarto,

y es un ciclo del cual estoy harto,

solo me pregunto si algún día lo podré superar.

CONTRADICCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora