CONTRADICCIÓN

E S C R I B I R

Escribir es un proceso complicado, ¿por qué? Por que implica adentrarnos en lo más profundo de nuestras almas. En lo más profundo de todo lo que somos. Y lo es porque es jodidamente difícil reconocernos, aceptar quiénes somos y sobre todo ver más allá de lo que hay frente a nosotros y de lo que realmente se conforma nuestro entorno.

Para mí siempre ha sido una putiza poder redactar esto que ustedes leen, porque aunque no es mi primera vez escribiendo, no siempre sé qué decir. Comienzo con un esqueleto de cómo puede ser, y voy modificando todo conforme me voy descubriendo en cada frase. También es descartar ideas, emociones, cosas que ya no se sienten tan fuertes, o que no seré capaz de plasmar para que otras personas se identifiquen.

El arte de escribir es eso, el arte de rimar es eso, el arte de hacer poesía es eso. Desentrañarte, destriparte, desmembrarte, deshacerte en cada línea para que alguien más se sienta identificado contigo. Eso es aún más cabrón porque es difícil decir tanto con tan poco.

Podrá ser fácil decirle al mundo que te duele algo, pero, ¿cómo te duele?, ¿por qué te duele?

Quienes logran expresar tanto con tan poco, así como los músicos, los poetas, los pintores, escultores, etc., todos ellos son el verdadero arte, ELLOS SON EL ARTE.

No le temen a sus emociones, ni a quiénes son, ni por qué lo son. Pero también hay quienes tememos a todo lo que somos, pensamos, decimos, y aun así nos armamos de valor para poder expresar todo lo que sucede en nosotros.

Cada trabajo por cualquier artista, significa morir y renacer. Morir en el proceso para plasmarlo y renacer contemplando el resultado.