12. La Estrella Fugaz

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18 de diciembre

Habían pasado unos días desde el incidente de la joven pelirroja y su ahora ex novio, días en los que Artemisa no se atrevió a mirar demasiado a la morena en clases, y días en los que no quería mandarle mensajes para no agobiarla, así produciendo todo lo contrario. Artemisa se la paso pensando en Minerva y finalmente habló con Charlotte sobre ella, para llegar a la conclusión de que estaban ligadas de alguna manera, por que por primera vez la pelirroja soltó todo sin anestesia.
Se sentía libre e inexplicablemente estaba agobiada por lo que pudiera pasar con la morena, sentía que había hecho bien en alejarse de ella en esa semana, aunque Minerva quiso acercarse, pero Artemisa siempre era más rápida y ponía excusas, el día de ver los centros de ayuda nunca llegó; sin embargo Artemisa hizo todo su proceso sola, poniendo como familiar a Minerva y como único contacto de emergencia. La joven sacó todos sus ahorros y tan sólo tendría que pasar una semana más para poder recibir ayuda profesional, sentía remordimiento, le había casi prometido a la morena que irían juntas y de alguna manera la traicionó.

La clase de francés estaba a punto de comenzár, Artemisa se sentía culpable por todo y quería hablar con la mayor lo mas rápido posible.
Se sentó a excepción de todos los días hasta atrás del salón.
Cuando Minerva llegó hizo lo de siempre, busco con la mirada a Artemisa, pero se sintió más decepcionada al verla en la última fila.

—quizás no quiere saber más de mí, aunque es imposible si soy su profesora. — susurró para sí misma

Minerva dio sus clases con normalidad, volvió a tener una postura dominante y más fría de lo que ya tenía, no podía permitirse que Artemisa la viera mal por ella, de ninguna manera tenía que saber que ella tenía el mando.
jamás se lo perdonaría.

En el rincón la joven se secaba sus sudorosas manos en su pantalón, mientras que anotaba algunas cosas en su libreta, aunque ni si quiera le ponía atención a lo que hablaba la morena.
Cuando la clase estaba por terminar, la pelirroja tomó aire repetidas veces para no salir corriendo.

Sus compañeros iban saliendo y Minerva guardaba sus cosas, así que Artemisa se acercó rápido a ella antes de que se fuera.

—hola Minerva. —
Dijo con un hilo de voz

—hola.—
Contestó fría

—¿Po.. Podemos hablar?

—lo estamos haciendo.— la miró aturdida

—lo siento.

—Artemisa. —suspiró —llevas días ignorandome, cuando he tratado de hablar contigo siempre te inventas una excusa barata y te vas. ¿Ahora vienes y dices que quieres hablar?, ¿de que vas?.

—yo solo... Minerva no es fácil para mí, yo, pfff . -tomo aire nuevamente —hice mi proceso para internarme en una clínica que esta cerca del centro y no se, sentía que te iba a molestar si te mandaba tantos mensajes.

—pues gracias por pensar por mi Artemisa, haces exactamente lo mismo que todos. ¿Que crees que sería mejor para mí vida eh?. — murmuro molesta

—no es eso Minerva. Pero también hemos pasado mucho tiempo juntas y no lo sé, siento que te sentirás incomoda.
No tengo idea como eres en absoluto, no se tus gustos ni nada de eso, ¿como esperas que sepa que no te hartare?. —
Dijo agobiada

—mis hechos hablan mas que mis palabras Artemisa, te he demostrado que me agradas, no creas que me la paso llevando a mis alumnas a mi cabaña, pero como sea. ¿Me das permiso? Tengo que ir a otra clase.

—yo...—abrió y cerró la boca tratando de decir algo más, pero no hubieron palabras. —Claro. —
Se hizo a un lado

—oh por cierto, gracias por tomarme en cuenta para lo de tu ingreso o mejor dicho, gracias por haber incumplido tu promesa.

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