La Chica De Saturno

24. Resaca Emocional

14 de mayo

Embrigarse es bueno hasta cierto punto, te divertes y pasas buenos momentos con la gente que quieres, ya sean amigos, pareja o tu familia, pero todo el mundo estaba de acuerdo con algo, la resaca era lo peor que podía pasarle a cualquier ser humano en la tierra.
Minerva despertó con un dolor de cabeza horrible, en cuanto abrió los ojos los cerró de golpe por que la luz que entraba por su ventana era demasiado fuerte. Espera. Esa no era la habitación de Minerva, la morena frunció el ceño e inspección la pequeña recamara en la que estaba, hasta que alguien entró por la puerta

—¿llevas mal la resaca?. — se acercó Artemisa y le dio un ibuprofeno con un suero

—ni te imaginas. — hizo una mueca y después de tomarse la pastilla cuestiono —¿que hago aquí? ¿Cómo llegué?

—¿en serio no recuerdas nada?

—no. — dijo obvia

—Charlotte vino a traerte, no sabía dónde era tu casa y tu habías vomitado el taxi en donde iban.
Ella trató de hacer como que ella no iba ebria, pero las dos iban bastante pasadas de copas, lo que se me hizo muy raro

—oh

—si oh, me gustaría que me dieras una explicación

—te la daré después, ¿me dejas dormir un poquito más en tu cómoda cama?. — hizo un puchero y la pelirroja desvío la vista hasta sus labios mientras asentía —¿te duermes conmigo?

—no tengo sueño, pero te haré compañía. — Artemisa cerró las cortinas para que no entrará más luz y Minerva susurro un "gracias a Dios" bastante audible que hizo reír a Artemisa

—buenas noches. — murmuró la pelirroja y Minerva soltó una risa nasal

Después de un tiempo ambas se quedaron dormidas

Por otro lado en la pequeña gran Quimera alguien se encontraba hablando por teléfono

—espera un momento, ¿me estas diciendo que la llevaste a Sex Queen Club, hubo tensión sexual no resuelta y te diste cuenta de que estas sintiendo cosas que no deberías?. — hablo Alba con su característico acento español

—sip, eso mismo

Al otro lado de la línea Alba soltó una carcajada

—no le encuentro la gracia Albi, de verdad que no. — dijo agobiada Charlotte —es que encima es la casi algo de Artemisa, quien es mi mejor amiga, ¡mi mejor amiga!. — soltó agobiada y se frotó la frente

—es que me da gracia que parece que un cuarto de quimera está enamorado de Minerva, el otro de Artemisa y el otro de ti. No sé pienso que entre tantas personas que podeis escoger deciden joderse con las complicadas, da gracia eso tía. — volvió a reírse

—ya, es que la verdad la gente aquí somos bastante... Raras, ya sabes que aquí todo el mundo habla del otro, aunque fingen no darse cuenta de la existencia de los demás. En fin, no se que pensar de todo lo que te conté

—¿sabes? Yo también estuve enamorada de Minerva, tuvimos algo y duramos un buen tiempo juntas, pero todo se jodio, ella estaba centrada en el francés, su carrera, su familia, no sé me da la impresión de que nunca me quiso de verdad, pero cuando la veía a los ojos... Buah tío, cuando me veía todas mis dudas desaparecían, incluso las personas desaparecían, era mi burbuja, pero al final como acabo de decirlo, solo termino siendo mía. — sonrió triste al otro lado —Minerva es dificil, es indescifrable como casi todos los seres humanos, la diferencia es que ella no es predecible. Lo único especial es que cuando te destruye sabe repararte, pero aunque es tóxico, no puedes alejarte de ella, es... Es magnética, es magica e impone mucho. —suspiro —perdón por contarte mis líos. — rió tímida