35. Todo Estara Bien

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27 de Marzo

Pov Minerva

Ver a Charlotte despertar a mi lado, no se puede comparar con nada. Ver su cabello rubio alborotado y su boca abierta mientras pequeños ronquidos salen de su garganta, me hacen querer vivir eternamente a su lado.
A veces siento como si nuestro amor fuera digno de una película de cine, todo es perfecto y con ella todo es natural, el amor que le tengo no es idealizado, mas bien es real, tan real que hay ocasiones en las que despierto y no puedo creer que ella esté a mi lado, me hace sentir afortunada y para mi buena suerte, se que es mutuo.
Ambas estábamos en su cama, ella dormía y yo la obserbava, siempre lo hacía y siempre pensaba en lo hermosa que se veía.

Se estiró y bostezo, pestañeo un par de veces tratando de adaptarse a la luz del sol y después sonrió

—pareces psicópata viéndome dormir. — se quejo mientras se acurrucaba en mi pecho

—roncas demasiado, incluso creí que vivía cerca de una estación de trenes o camiones. — la moleste

—no me agrada que me digas esas cosas

—a mi no me agrada que me digas psicópata

Jalo mi camisa, la que utilizaba como pijama y estampó sus labios contra los míos, que bien se sentía tenerla así.
Adentro su lengua en mi boca y juguetee con la de ella, los besos que comenzaron siendo tiernos, terminaron convirtiéndose en besos llenos de pasión y deseo. Me separe un poco de ella y me miró confundida

—¿no quieres un rapidin mañanero?

Me reí y negué

—bueno, si quiero, pero quiero ir a comprar un par de cosas y me tengo que ir. — le di un pico y salí de la cama

Hizo un puchero y quise besarla, pero quería que este día fuera especial. Me cambié de ropa, bajo su atenta mirada, incluso jugué un poco y traté de provocará, vaya que lo hice, la observaba apretar las piernas algunas veces. Cuando termine de arreglarme, bese sus labios y salí de su casa, aunque a este paso, era casi nuestra.
Observe mi cartera y verifique que tuviera dinero, para mi buena suerte y gracias a mi trabajo, si tenía, ya no era profesora de Francés. Ahora me dedicaba a estudiar música y a tocar de vez en cuando en las calles, mi madre no estaba muy contenta con aquello, pero quería seguir mi sueño, al final, todos somos señalados y a las personas nunca les gusta lo que hacemos.
Me coloque los auriculares y comencé a reproducir una canción, la voz de Grace Vanderwaal inundó mis oídos y me relajo a partes iguales.
Quimera en aquellos días parecía más tranquilo, extrañamente las personas parecían un poco más vivas, como nunca antes.
Llegué a una pequeña plaza comercial y entre a una tienda de lencería "Victoria's Secret". La Chica De La entrada me atendió con mucha amabilidad y me explicó un poco sobre la lencería que manejaban, vi un conjunto precioso, bueno en realidad vi varios, se trataba de un conjunto de encaje Rojo con negro y otro azul, eran perfectos para Charlotte. Sonreí al imaginarla con aquellos conjuntos puestos. Le dije a la chica que me atendía que quería esos, le di la talla y fuimos a la caja para pagar, el primer regalo ya estaba.
Cuando salí de aquella tienda comencé a entrar a las demás, hasta que encontré una joyería bastante bonita, vi un anillo precioso, pero supe que no debía precipitarme, aun así terminé comprándolo, algún día llegaría el momento ideal.
Compre un par de cosas más para Charlotte, casi todos los obsequios era ropa o lencería, no es que le hiciera falta, pero quería que fuera un buen detalle. Incluso compre un par de cepillos de dientes para cuando se quedara en mi casa.

La pensaba y sonreía como tonta, así se siente estar enamorada.
Llegué a casa y guarde todos los regalos en mi closet, tomé un abrigo y me dirigí nuevamente a la casa de Charlotte, cuando llegué, me recibió con besos y miles de te amo.
Mi rubia estaba cocinando, amaba como cocinaba.

La Chica De Saturno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora