La noche transcurría tranquila, las dos mujeres disfrutaban de su compañía. En ocasiones se inundaban en un silencio cómodo para después romperlo con alguna broma.
Minerva pensaba constantemente en cómo decirle a Artemisa que la conocía de toda la vida, pero entre más creía que tenía las respuestas, más dudas se formaban en su cabeza. Lo más viable era disfrutar de aquella noche que Dios, la vida, el universo y todo lo divino le habían brindado, por que para Minerva tener a Artemisa para ella sola, era un verdadero regalo.
—entonces tocas varios instrumentos. —afirmó la menor
—si, bueno 4 de los muchos que hay por el mundo. — rió —la guitarra se me da muy bien, el piano, el violin y el bajo
—que genial, yo siempre he querido aprender a tocar algún instrumento, pero la verdad que nunca tuve tiempo para eso
—siempre hay tiempo, aunque con todos tus pendientes es normal. ¿Sabes?, yo pensaba dedicarme a la música de lleno. Me encanta cantar y tocar, pero pues me llamo más dar clases y terminé dejando la música como un hobbie
—cantas precioso, aunque nunca he escuchado como tocas ¿Crees que sería muy precipitado si quiero que toques algo?
—no, déjame ver si esta por aquí mi guitarra y vengo a cantarte
Minerva se levantó de donde estaban y se dispuso a buscar su guitarra, mientras que Artemisa se sentía nerviosa por lo que había dicho su profesora, "vengo a cantarte" era algo íntimo, como si fuese un concierto privado, pero para Artemisa era un placer poder escucharla.
Aún no se creía lo que habían pronunciado los labios de la mayor y aunque quería descartar la idea de que era una manera de coquetear, no lo logró.La morena regreso a lado de Artemisa y comenzó a tocar la guitarra para después afinarla. Mientras tanto la pelirroja la veía con admiración, detallaba cada parte del rostro de Minerva como ya se había hecho costumbre, sus cejas, su nariz perfecta, sus pómulos y sus labios, sin quererlo se quedó viéndolos por un buen rato hasta que la morena la sacó de sus pensamientos.
—¿quieres alguna canción especial?
—no se muchas la verdad, regularmente escucho canciones bastante movidas o muy tristes, así que tu di
—pues vale, ¿conoces a Natalia lafourcade?
—si claro
—bueno, hay una canción llamada "Alma Mía" y la verdad es bastante personal, es mi canción favorita y me identificó con ella. Así que la voy a tocar y obviamente la voy a compartir contigo. — rió nerviosa —espero que te guste
—todo lo que hagas me va a gustar Minerva. — dijo con sinceridad y a la mayor se le aceleró el corazón
Minerva comenzó a tocar los primeros acordes de la canción y Artemisa como si de algún cliché se tratara, viajo a un pensamiento nuevo y es que escuchando la voz rasgada de la mayor, se dio cuenta que no quería escucharla solo una vez, por primera vez pudo sentir la conexión que Minerva sentía con ella desde que la vio y sin quererlo quiso que la imagen de su profesora se quedara para siempre en su memoria.
Alma mía sola, siempre sola
Sin que nadie comprenda tu sufrimiento
Tu horrible padecer
Fingiendo una existencia siempre llena
De dicha y de placer, de dicha y de placer
Si yo encontrará un alma como la mía
Cuántas cosas secretas le contaría
Un alma que al mirarme sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada
Un alma que embriagarse con suave aliento
Que al besarme sintiera lo que yo siento
Y aveces me pregunto que pasaría
Si yo encontrara un alma como la mía
Y a veces me preguntó qué pasaría
Si yo encontrará un alma como la miaTerminó de cantar Minerva y al abrir los ojos, Artemisa se encontró con un brillo especial
—¿que te pareció?
—perfecta
—¿de verdad?
—te lo juro, es la canción más hermosa que he escuchado en mi vida y dudo que alguna la supere, sin querer le hiciste Spam a la cantante. — bromeó
—que va, no era por darle promoción no pagada. — rieron —me alegra que te haya gustado Artemisa
—creo que es la primera vez que me llamas por mi nombre y suena diferente
—lo siento, perdona si te incomode
—¿por que habría de incomodarme que me llames por mi nombre?
—no lo sé, por la manera en la que lo he dicho
—no lo tomes a mal, pero cada cosa que hagas o digas estará bien, de verdad. Hay algo en ti que te hace especial y diferente al resto
—quizás que tengo mas edad. — bromeó
—lo digo de verdad, yo siento como si te conociera de toda la vida
—quizás lo haces. —dijo por fin
—de mi vida pasada será
—Artemisa, eso, yo bu.. Bueno..- balbuceo sin decir nada en concreto
—ah si, interesante platica la que me sacas eh Minerva. — se mofo al ver que la morena solo balbuceaba cosas sin sentido
—lo siento, pero te juro que me pongo nerviosa, nunca se sabe que puede salir de mi boca
—¿sabes que es lo que creo?, que siempre piensas todo antes de hablar y es muy bueno, excelente diría yo, pero no favorece cuando quieres hablar desde el sentimiento y por lo que veo tienes cosas enfrascadas. Lo veo por como te expresas, por que no hace falta ser genio para darse cuenta que te cuesta abrirte, pero. — tomo sus manos —conmigo puedes hacerlo, jamás te juzgare y te prometo que siempre tendrás un hombro, no importa para que lo utilices, siempre estaré aquí. — toco su cabeza —y aquí. — toco su pecho
Minerva por primera vez se permitio sentirse viva, se permitió sentir y sintió un alivio profundo al tener entre sus manos la calidez que Artemisa le brindaba. Quizás la mujer con piel de porcelana no se había dado cuenta, pero aquella canción se la canto desde lo más profundo de su ser y si no lo había entendido, tenían bastante tiempo por delante para descubrirlo, tenían tiempo para volver a sentir.
—¿brindamos?. —
Preguntó Minerva—¿por qué?
—por las noches mágicas papillon
Y lo hicieron, brindaron y Minerva internamente se prometió hacerla feliz.
—¿Quieres bailar?. — ofreció Minerva nerviosa
—Claro
Se levantó Artemisa de la alfombra en donde estaban y espero a que Minerva conectará su celular a donde fuera que la pusiera y reproduciera la música.
La morena optó por poner nuevamente la canción de "Alma mía", su canción. Cuando comenzó a sonar Artemisa sonrió—¿otra vez alma mía?
—¿no te gustó?
—me encantó, bailemos
Minerva se acercó despacio a Artemisa, posó su manos en la cintura de la pelirroja y Artemisa posó su rostro en el hombro de la morena.
Bailaban lento, muy pegadas, calmadas y a la vez aceleradas—y a veces me preguntó, que pasaría. — susurró Minerva en el oído de Artemisa y a la pelirroja se le erizo la piel
—si yo encontrará un alma como la mía. — completo Artemisa y se quedaron viendo, ellas estaban conectadas y Alma mía las había unido más
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La Chica De Saturno
RandomQuimera: Sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice. Minerva creyó que rehaciendo su vida en otra ciudad, su pasado no volvería, pero no esperaba toparse cara a cara con q...