21. 7 Días Incomunicadas

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2 de abril

El día extrañamente estaba soleado, Apolo había hablado con su madre y le contó a detalle todo lo que Artemisa había vivido, incluyendo la tragedia de sus padres. Aunque la madre del joven aún seguia molesta, entendía muy bien el por qué de muchas actitudes de aquellas muchacha.
A veces los seres humanos actuamos de manera inconsciente debido a nuestros demonios y aunque en la mayoría de veces nosotros no nos damos cuenta, las personas externas son quienes nos hacen ver ese tipo de errores o actitudes que suelen ser erróneas y que en su mayoría suelen lastimar a los demás.

Charlotte seguía yendo a sus juntas y a sus clases de idiomas, antes de la salida de Artemisa había coincidido con Minerva, ambas mujeres se saludaron con educación y respeto, aunque dentro de ellas querían arrancarse los cabellos, no lo demostraron.
Luke era buen chico y mientras los días iban pasando, ellos se iban uniendo, el joven se había propuesto dejar de consumir, así que en vez de fumarse 5 o 6 porros de marihuana al día, solo se fumaba uno, Charlotte, quien había estado ahí, se sintió orgullosa del chico y le hacía ver sus logros.
En ocasiones se necesita que alguien te diga que lo estás haciendo bien, que te den los créditos y que de vez en cuando hagan que tu autoestima suba, ellos entendían de diferente manera la vida, pero al final terminaron en el mismo camino de las drogas, camino que aunque era destructivo y peligroso, unió a dos almas perdidas que estaban a un pelin de encontrarse.

Mientras en la casa de Artemisa todo estaba en silencio, se escuchaba únicamente la respiración de la joven y el sonido de los utensilios de cocina.
Al despertar lo primero que había hecho fue ver sus mensajes, volvió a encontrarlos vacíos o al menos de la persona que quería, ella seguía bloqueada y sintió una opresión en el pecho que era inevitable, al final de todo ella fue quien se ganó que la bloquearan.
Decidió desayunar unos huevos y un jugo de naranja, se sentó a ver unos videos de recetas y se entretuvo un buen tiempo. Cuando finalizó de sus tareas domésticas, decidió ir al colegio donde tomaba sus clases de idiomas e ir a buscar a Minerva, pero cuando entro no supo por dónde empezar a buscar.
Así que inició en el salón en donde ella tomó clases y no la encontró, siguió caminando distraída y accidentalmente chocó con alguien, un chico bastante atractivo a su vista.

—oh lo siento, iba distraída

—no te preocupes, también no sabía por dónde iba, estaba buscando a mi amiga, pero no me dijo bien que salón era

—¡Luke!. — grito Charlotte

—¡ay mira! , creo que ya la encontré. — rió el chico mostrando sus alineados dientes

—Charlotte. — dijo sorprendida Artemisa

—hola Artemisa

—¿como estas?

—muy bien, mira te presento a Luke, Luke ella es Artemisa, Artemisa el es Luke. — ambos chicos se sonrieron y se estrecharon las manos, aunque el chico no lo hizo de buena gana al saber la historia que habían tenido ellas dos

—nosotros iremos a comer, me da gusto ver que ya saliste de ese lugar

—gra... Gracias

—nos vemos. — se despidió con la mano Charlotte y entrelazo su otra mano con la de Luke

—¡Charlotte!

La joven volteo

—¿puedo hablar contigo cinco minutos? A solas

—Claro, Luke ¿puedes esperarme en la cafetería?

El chico la vio con fastidio

—¿hablaras con ella después de lo que hizo, en serio?

La Chica De Saturno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora