Crónica 8 (pt. 4): Terminó la guerra

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Claro que Adrestia era la hija favorita de Ares, y era precisamente porque no le daba problemas y en guerra había sido muy útil, hasta que decidió retirarse de todo ese mundo, no había hablado con ella en al menos 500 años pero sabía que la quería, quizá porque ambos se daban su espacio.

Estaban todos reunidos en la Sala incluso Afrodita quien había dejado a Eros en el Hotel porque al parecer tendrían una gran fiesta ahí, incluso ella iba a regresar en cuanto terminara la cena. Bebían toda clase de bebidas y usaban ropas elegantes. Artemisa no quería hablar con él, lo había estado evitando desde que escucho la discusión con Apolo, no le agradaba tampoco que Afrodita estuviera ahí sentada mirando a todos con esa mirada prejuiciosa que tenía.

—Ares, ¿a que hora centremos?—preguntó Afrodita—debo ir a NY con Eros.

—Solo estoy esperando a la invitada de honor.

—¿Es una chica?—dijo Hades—, vaya espero no sea una mortal, a la última casi la asesina Afrodita.

—Ares ya olvidó eso, ¿cierto?

—No lo he olvidado—alguien toco el timbre—, debe ser ella.

Adrestia estaba ahí en Alemania y su primer reflejo fue abrazar a su padre, tenía tanto sin verlo, claro que ella siempre había creído que su verdadero padre era Hefesto hasta que un día Ares apareció en su puerta y le contó toda la verdad, desde entonces siempre que se veian se trataban como padre e hija.

—¡Vaya! ¡cuantos zarcillos!—exclamó Ares al ver las orejas y nariz de su hija.

—¿Te gustan?—Adrestia entró junto a su padre—estuve con una tribu y ahí creen que no hay nada más sexi que una mujer con aretes y tatuajes.

—Se te ven hermosos ¿También te tatuaste?

—Lo hice pero al ser una diosa sabes que esas cicatrices se borran y pasan de ser permanentes a temporales en un par de días.

Cuando entraron al comedor todos se quedaron callados, algunos por pensar en lo que no debían, otros por creer que Adrestia era más bella de lo que creían y solo una por absoluta sorpresa.

—Adrestia, esta es mi familia, a Hades y Perséfone ya los conoces.

—Si también a mi madre—dijo incómoda—si me hubieras dicho que estaría aquí la verdad es que no habría venido.

—En eso concordamos, querida.

—Afrodita, por favor es tu hija—le recriminó Perséfone.

—Ella dejo muy claro que no tiene madre, tiene dos padres pero ante sus ojos yo no existo.

—Mis hermanos tienen la misma opinión.

Afrodita se levantó y desapareció entre humo rosa y chispas de colores.

—¿Estas saliendo con la hija de Afrodita?—preguntó Artemisa.

—Adrestia es hija de Ares con Afrodita—le explico Perséfone.

—Mi madre nos lo ocultó a todos muchos años, al principio solo dijo que Eros no era hijo de Hefesto, con el tiempo todos resultamos ser hijos de Ares

—¿Todos?—Artemisa no le había dirigido la palabra desde el día anterior y ahora parecía realmente interesada

—Tengo seis hijos con ella, Harmonía, Fobos, Deimos, Anteros, Eros y por supuesto mi favorita Adresia.

—No digas eso papá—ella sonrió y notó que Apolo no le quitaba la mirada de encima.

—En fin, todo esto se desató hace poco, resulta que Afrodita no tiene ningún hijo con Hefesto.

Las Crónicas de AresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora