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Otra noche fallida.
La prueba de embarazo que tenía en las manos volvió a salir negativa, la rabia y la decepción la inundaron. Ya era su intento número cinco.
Se derrumbó en el suelo con las mejillas empapadas en lágrimas; en sus manos apretaba con fuerza la prueba. Su corazón se estrujaba con solo pensar en la reacción de Lucius, su marido, su amado marido, al descubrir que ella, su esposa, no podía tener hijos.
Eso la llenaba de odio, se sentía inservible, ¿por qué ella de entre todas las mujeres? ¿Ella que, a pesar de todo, siempre había seguido siendo buena?
Con toda la fuerza que pudo tiró la prueba lejos de ella, ¿por qué la vida era tan injusta? Narcissa puso las manos sobre su rostro y lloró con fuerza.

Pasados los días, Narcissa se encontraba mucho mejor, con la suficiente confianza como para investigar más sobre cómo proceder.
Aprovechando que Lucius no llegaba, se quedó en la biblioteca de la Malfoy Manor, buscando un libro que pudiera ayudarla en su problema, y es que estaba decidida a hacer lo que sea con tal de quedar en cinta.

Muchas horas después de rebuscar entre libros, que se veían muy gastados y muy antiguos, le llamó la atención, uno en especial. Este era de color celeste con manchas de color azul marino. Con firmeza se agachó para poder mirarlo con más detenimiento, lo tomó en sus manos y vio cómo se llamaba:
"Los mitos más populares y sus rituales"

Las letras estaban escritas en un color plata muy llamativo.
Narcissa se decidió en leer el libro, con algo de curiosidad caminó hasta la mesa. Donde procedió a sentarse en una de las cuatro sillas que se encontraban allí, coloco el libro sobre la mesa y comenzó su búsqueda, abrió el libro en la primera página en la que ponía una breve advertencia, *este libro contiene magia avanzada y magia oscura, si sus conocimientos no dan la talla, le rogamos que cierre el libro*.

Narcissa ignoro la advertencia, sus conocimientos en las artes oscura eran bastante amplios y podría preparar cualquier ritual básico o alguno no excesivamente complejo.
Continuó leyendo hasta que llegó, después de varias horas, a los últimos capítulos. Estaba tan sumergida en su lectura que no escuchó las grandes puertas abrirse, pero sí pudo escuchar unos pasos dirigirse a ella. Rápidamente, escondió el libro y tomó otro, abrió ese libro y fingió que lo había estado leyendo, giró la cabeza en dirección al sonido de los ruidos de los pasos, vio cómo su esposo caminaba hacia ella. Narcissa se levantó y caminó hasta su esposo, con toda la elegancia que desprendía. Lucius la vio acercarse, y aunque nunca lo aceptaría, tragó duro.

Cuando llegaron uno junto al otro, se dieron un tierno beso en los labios, se abrazaron y se sonrieron alegres. Lucius estuvo muy cariñoso y la consintió el restante de la mañana y unas horas de la tarde. Cuando Narcissa por fin pudo volver a la biblioteca sin tener a Lucius encima rebusco el libro sobre la mesa de la primera vez que lo leyó, lo encontró en el mismo lugar. Narcissa tuvo que hacer memoria para poder continuar su lectura. Cuando lo recordó, rápidamente ubicó la página del libro y siguió leyendo. Tres capítulos después, Narcissa se encontraba a punto de continuar su búsqueda en otro libro, pero trató de no perder las esperanzas, y siguió un capítulo más.

No le prestó demasiada atención al principio, pero se dio cuenta de que este sí podía concederle lo que pedía: un hijo. Se saltó la lectura y pasó al ritual. Narcissa se aprendió de memoria el ritual e incluso podía recitarlo sin equivocarse, ni perderse o saltarse ninguna parte. Pero no podía hacerlo cuando su esposo se encontraba con ella, así que cuando su marido le anunció que tenía un viaje de negocios para dentro de unas semanas, se alegró mucho, ya que era lo que necesitaba, pero lo oculto como pudo.

Las semanas pasaron extremadamente lentas para Narcissa, que tuvo que actuar con toda la normalidad que pudo. Hasta que por fin llegó el día del viaje, Narcissa se despidió de Lucius cariñosamente.

Cuando Narcissa quedó sola, comenzó con los preparativos del ritual. Eso le tomó toda la mañana y tarde, para cuando ya tenía todo listo, eran las 8 de la tarde. Simplemente hechizo una cartera y colocó todo lo necesario en ella y salió de Malfoy Manor en dirección al bosque.

El camino estaba iluminado por faros que poco a poco se veían en menor cantidad mientras más avanzaba. Sus pasos eran firmes y decididos, hasta que llegó a la orilla del bosque y se introdujo en él. A pesar de su aspecto un tanto intimidante, estaba cerca de lograr su cometido. No se dejaría intimidar por nada ni nadie, caminó por las profundidades del bosque que era frondoso y más de una vez Narcissa estuvo a nada de tropezar con ramas o piedras, pero por suerte nunca llegó a caerse.

Dejo su caminata cuando llego a una especie de escampado solitario, Narcissa sonrió, sabía que ese lugar era perfecto para realizar el complejo ritual.

Luna quiere ser madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora