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Lucius llegó a la Malfoy Manor siendo recibido por una muy emocionada y nerviosa Narcissa. Lucius llegó a sus brazos y con un gran beso ambos se demostraron lo mucho que se habían extrañado. Pasaron la tarde juntos, abrazados, jugando y tonteando, como dos adolescentes enamorados. Llegó la tarde, Narcissa sabía que la hora había llegado, así que dejó las inseguridades de lado y con una bata llegó a la cama donde Lucius la esperaba. Salió del baño algo indecisa, pero al ver el rostro de su esposo, tomó la seguridad de continuar su acción.

La noche y la luna observaron cómo marido y mujer se demostraban amor de la forma más pasional, pero pura, que el ser humano podía llegar a tener. Entre besos, susurros, gemidos y jadeos, ambos llegaron al clímax tan ansiado. Ambos cayeron rendidos en la cama, abrazados y besándose.

Las semanas pasaron, esta vez sí lo lograría, eso era en lo único que podía pensar la emocionada Narcissa. La prueba de sus manos empezó a teñirse del color que tanto ansiaba Narcissa, el verde.
Con un grito de felicidad corrió a por Lucius y lo encontró en el gran comedor. Lucius revisaba que todo estaba en orden hasta que un gran estruendo lo interrumpió. Sobre la atenta mirada de Lucius, Narcissa se abalanzó sobre el y lo besó con mucha emoción. Lucius aún sorprendido por la repentina actitud de Narcissa, solo correspondió el dulce beso de su esposa. Narcissa con gran alegría le entrego la prueba cuando el beso finalizó, Lucius la miro y luego su mirada se dirigió a la prueba. La prueba que tenía en frente era positiva. –¿Estás embarazada?– Aún, sorprendido, observó cómo Narcissa asentía con entusiasmo. Fue ahí cuando reaccionó, tomó a su esposa en brazos y la abrazó, sin poder contenerse, comenzó a hacer girar a Narcissa, quien solo reía igual de feliz. Ese día todos se sintieron felices, y es que la mansión se estaba preparando para recibir al nuevo miembro de la familia.

Cuando Narcissa cumplió los 5 meses de embarazo, se quedó en su cama, ya que se sentía muy cansada. Lucius, en cambio, está muy feliz, puesto que ese mismo mes se celebraría que el nuevo heredero Malfoy ya era reconocido en la Malfoy Manor y en la mansión Black.
Lucius salió temprano, por el hecho de que todavía tenía que preparar cosas para la fiesta. Por lo tanto, Narcissa está sola en casa, en su embarazo lo único que le apetecía era dormir y ser consentida por Lucius. Su sueño empezó tranquilo, nada raro, hasta que de repente todo se volvió negro.

Asustada, Narcissa buscaba una salida, pero nada. Una voz que no podía comprender la guio a la salida, la voz se esfumó y volvió a quedar en silencio, un sendero delante de ella se presentó y con un gesto de torpeza lo siguió, el sendero era ancho y luminoso, hasta que poco a poco todo se puso oscuro y el sendero era lo único que permanecía ligeramente iluminado. El camino se volvió algo terrorífico y esto puso de los nervios a Narcissa. La voz volvió, pero esta vez era imposible siquiera entenderla, estaba distorsionada y se podía distinguir que había más de tres voces hablando a la vez. La cabeza de Narcissa dolía horriblemente, pero sus piernas no le hacían caso. Quería parar, pero sus piernas corrían y entonces sus oídos dejaron de zumbarle. Abrió los ojos encontrando a una hermosa mujer que le susurró –Ese niño me pertenece, es mío, es mío– Y entonces Narcissa se despertó. Sudando y llorando, se puso a llorar con más fuerza. Lucius que dormía a su lado, se despertó asustado. –Narcissa, amor mío– Narcissa entonces se dio cuenta de que la cortina estaba abierta y por ella entraba la luz luna.

–Cierra la cortina, cierra la cortina, por favor– Lucius hizo caso y volvió a la cama con su mujer.
Lucius abrazó a su esposa y esta se durmió en sus brazos.

Luna quiere ser madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora