Cuando Harry abrió los ojos lo primero que vio fue la luz destellante y las paredes color blanco. El olor inmediato de medicina lo hizo reaccionar.
Estaba en el hospital.
Su bebé acababa de nacer.
Hizo el intento de levantarse de la camilla donde se encontraba, sin embargo, el mareo pronto llegó ocasionandole ganas de vomitar; a unos cuantos pasos de él escucho la melodiosa risa de su omega.
"¿En serio, Harry? ¿Se te ocurre desmayarte justo en el nacimiento de nuestro hijo?" El tono burlón lo hizo sonreír levemente.
"¿Oops?" Apenas se recuperó del mareo se giró a mirarlo.
Lucía cansado, las ojeras debajo de sus ojos parecían más profundas y su expresión agotada, no obstante, había una sonrisa pintada en su rostro mientras mantenía un pequeño bultito envuelto en mantas azules entre sus brazos.
"Eres un bobo, alfa." Louis rodó los ojos todavía divertido por la situación. "El que sufría era yo, no tú."
"¡Era mucha sangre!" Se defendió aún sonriendo, despacio se acercó hacia la camilla del castaño.
"¡Shh! Lo vas a despertar." Lo silencio bajando su mirada hacia el pequeño bebé entre sus brazos. "Y me ha costado demasiado dormirlo."
"Lo siento, lo siento." Se disculpó sentándose a su lado, Louis se inclino un poco más hacia el alfa para tenerlo más cerca.
"Ven aquí, alfa, conoce a tu cachorro." Descobijo un poco más al pequeño bebé para que pudiera observarlo.
Era muy pequeñito, tanto que juraría que podría cargarlo con un solo brazo. Su piel lucía pálida en contraste de sus pequeñas y regordetas mejillas sonrojadas, había heredado los labios rellenitos de él, la nariz de botón como Louis, largas pestañas y cabellos castaños.
Era precioso.
Su pequeño bebé era precioso y el sentimiento de al fin tenerlo con él era tan fuerte que terminó por llenarle sus ojos de lágrimas.
Como parte de su instinto se acercó despacio hasta que su nariz rozo la suave piel, su alfa interno aulló gustoso apenas reconoció el dulce aroma de su omega en él. Era su cachorro. Era real.
Unos segundos más tarde se alejó de él para dejar un beso sobre la frente de Louis, quién ronroneo w incluso se acercó más a él. Estaban pasando su primer momento como familia, sus instintos reconociendose, aceptando la nueva realidad que ahora iban a tener que afrontar.
"Es nuestro bebé." Murmuró bajito con una sonrisa pintada en el rostro.
"Es nuestro bebé, amor." Louis confirmo recargando su cabeza en el pecho del alfa.
"¿Cuál será su nombre?" Tarareo sin alejar su mirada del bebé.
"Me gusta Jasper." El omega miró al rizado con los ojos brillantes, emocionados. "Es resplandeciente, brillante, un tesoro."
"Entonces Jasper será." Harry cedió dejando otro beso sobre la frente del menor. "Los amo, son mi vida."
"Nosotros te amamos más, Hazz." Se besaron dulce, lento y cariñoso. Demostrando lo mucho que se amaban.