Capítulo 6

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Tal vez...

Al día siguiente Josh fue el primero en levantarse. Se sintió rígido y su espalda le dolía, el lugar donde estaba recargado era duro e incomodo; poco a poco se incorporó y un poco desubicado notó la manta que traía encima. Trató de recordar en qué momento se tapó con ella, pero lo último que tenía en su mente era la frustración de leer, ver las letras borrosas y rendirse al sueño. Estaba casi seguro de que él no se había tapado con la manta y si él no fue, sólo quedaba una persona: Drake.

Sonrió discretamente complacido.

Después de vestirse y acomodar su ropa donde correspondía, se aproximó a la cama de Drake con la intención de despertarlo. Pero una vez estuvo frente a él, decidió estudiar su cara más de cerca. Le parecían cómicas, casi adorables las pecas que se esparcían por toda su cara ocultas por su acné, su cabello lavado, seco y sin gel tenía un buen aspecto dando la sensación de ser suave y sedoso. Su nariz era finita y un tanto respingada, sus labios sin forma, rectos y rosados lograron inspirarle más ternura y deseo.

De un momento a otro, se encontró a sí mismo sonriendo como retrasado al observar dormir a Drake. Aturdido y confundido por el momento de debilidad que acababa de pasar, se levantó abruptamente y se paseo un rato por la habitación. Sabía que coquetearle era su principal tarea, manteniéndose al margen.

Sin embargo la sola tarea de acercarse a Drake ya era difícil, entablar una relación-amistad llevaría más tiempo del que tenía contemplado y claro, ello traería inconvenientes. Tenía que dar mucho más que sólo lo mejor de sus armas para encandilarlo. Tratando de disipar sus preocupaciones, sacó su móvil y metiéndose a su blog privado empezó a informar lo sucedido con la tarea encomendada por su actual cliente. Luego de una reseña despectiva sobre "la tarea" y un par de comentarios de mal gusto por parte del receptor, apagó su teléfono y se preparó para lo que vendría. Le gustaba ubicar así los hechos en su mente, para no desarrollar ningún lazo con nada de lo que hacía.

Con cuidado de no hacer demasiado ruido se sentó de nuevo a un costado de la cama de Drake, acercó su mano derecha y de forma suave paseó sus dedos entre los cabellos ajenos. Una vez hubo fastidiado lo suficiente la cabeza de Drake, lo exacto para que quedara la sensación, empezó a moverlo delicadamente susurrando su nombre. Drake abriendo poco a poco los ojos pudo ver a Josh a escasos centímetros de su rostro... de nuevo. Dio un pequeño respingo por el susto, lo que hizo reír a Josh.

—¿Qué te hace tanta gracia? —preguntó un malhumorado Drake somnoliento.

—Tú... —respondió entre risas el mayor, recibiendo una mirada fulminante de parte del castaño— lo siento, lo siento es que no se puede evitar, te viste adorable.

Los ojos de Drake se desorbitaron al escuchar esto último. Le parecía en verdad asombroso la capacidad del otro para decir ese tipo de cosas en una forma tan natural.

Drake carraspeó la garganta de forma nerviosa y empezó a juguetear con sus dedos, luego de forma irónica recordó que veía borroso y cogió sus lentes de su escritorio. Todo esto bajo la atenta mirada del ojiazul.

—¿Qué hora es?—preguntó Drake para romper el hielo.

—Mmm, las 7:30. —contestó el otro.

—¿¡En serio!? Todavía tenía una hora para dormir, ¿sabes?

—Oh...Pero pensé que los campamentos empezaban a las seis de la mañana...

—No estamos en el ejercito.

—¡Oh! —río de forma nerviosa—pero ya que tenemos tiempo libre, podemos conocernos mejor ¿no? —preguntó un entusiasmado Josh, demasiado pensó Drake.

Como si nunca le hubiera conocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora