—Ah, tú—el de brillante mirada se alejó haciendo una mueca, Hyunjin lo miró fingiendo que no estaba herido—Te sangra la mejilla—no le sirvió de mucho creer que no sentía algo líquido y caliente correr por su mejilla.—Sí, yo—murmuró parándose, seguido del padre del niño que perseguía a Ha-eun ¿Cómo era su nombre? ¿Kim?—¿Acaso no te fijas?—Kim se hizo para adelante recogiendo su bolso, arrastrando consigo el teléfono del pelinegro, Hyunjin se lo arrebató de las manos.
—No veo a personas desagradables, mis ojos son muy selectivos—dijo sacudiendo sus pantalones, Hyunjin abrió la boca sorprendido, era bastante gruñón—Hazte para atrás, estorbas—los jóvenes padres retrocedieron adoloridos, algunas personas los miraban riendo, la caída había sido muy graciosa. Caminaron a una pequeña plaza cerca, Hyunjin debía curar su herida—Ven.
—¿Qué?—Hyunjin observó al azabache abrir su bolso, sacando un pequeño botiquín de emergencia—¿Acaso eres doctor?
—Enfermero, de hecho. Ahora acércate para poder detener el sangrado—ordenó viéndolo con impaciencia. Hyunjin se recargó en un árbol cuando las manos de Kim tocaron su rostro con cuidado, sus manos era suaves. Lo vio limpiar la herida, concentrado en curarlo, Hyunjin por otro lado trataba de no rozar sus manos en el cuerpo del chico, de por si la situación era incómoda, no quería que el azabache lo acusara de que lo toqueteo.
Hasta la idea le daba escalofríos.
—Auch—susurró cuando aplicó un poco de alcohol, apretó los labios con fuerza por el dolor, ardía—¿De qué te ríes?—Hyunjin alcanzó a ver el asomo de una divertida sonrisa.
—De tu cara, te veías tan afligido mientras te tocaba—Hyunjin desvío la mirada sin expresión, el más bajo buscó entre su bolso aún sonriendo burlesco—Tranquilo, sé lo que hago.
—No confío en ti—dijo con el semblante serio.
—No deberías—Kim levantó las cejas amenazante, Hyunjin río con gracia.
—No me hagas reír, das tanto miedo como un perrito—Kim lo apuntó con una larga aguja, inflando las mejillas.
—No me digas perro—una anciana pasó cerca, sentándose en la banca detrás, mirándolos con curiosidad. Un poco avergonzados, los padres se dedicaron unas últimas miradas y se acercaron para arreglarse—Aún tengo que ponerte un parche en la herida, no seas dramático.
Hyunjin resignado se dejó tocar nuevamente por el chico, sintió la pegatina en su mejilla, aguantó las ganas que tenía de gruñir por el dolor.
—Listo—¿Tenía que agradecerle?
—Emh, gracias
—Es mi trabajo—dijo seco, dándole la espalda—Además, no podría dejar a un plátano herido caminar por ahí—Hyunjin se echó a la espalda su bolso y chaqueta, desató su corbata ignorado lo dicho por el azabache.
—¿La frutilla tiene alguna clase de cariño por el señor plátano que no quiere dejarlo ir herido? Me parece que sí—Hyunjin rió por la expresión en el rostro de Kim, caminó dejándolo atrás, rió en voz alta asustando a un grupo de palomas que bebían agua de la fuente.
—Tu risa me causa náuseas—Hyunjin dejó de reír, viendo con desprecio al chico llegar a su costado, ¿Lo estaba siguiendo?
—¿Qué quieres de mí, perrito? Aléjate—dijo empujándolo levemente.
—¡Me llamo Seungmin, no perrito!—vaya.
Seungmin.
—Y vamos al mismo lugar—cierto. Hyunjin lo vio disimulado, el azabache llamado Seungmin era enfermero y suponía que había salido tarde del trabajo, justo como él, y que además no tenía auto propio, ya que caminaban en dirección a la guardería—Pero yo voy a llegar primero.
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𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐟𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐬𝐨𝐧/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ
FanfictionDe tal padre, tal hijo. Yejun y Ha-eun se odian, tanto que se tiran las mechas en la guardería. Seungmin y Hyunjin no pueden ni verse cuando van a recoger a sus hijos en la tarde, las ganas de lanzarse uno encima del otro no las puede apagar ni el a...