Seungmin lavó sus manos ignorando a Hyunjin a su lado, se arregló la ropa incómodo, hacer ejercicio con el atuendo de trabajo no era recomendado por razones obvias. Kim vio por el espejo como el peliengro entraba al cubículo del baño con una camisa blanca en la mano, debió haberla sacado de su maletín.Seungmin suspiró cansado, la profesora les había dicho que no le interesaba lo que hacían fuera de la guardería, pero ambos llegaron tarde al ensayo, y para variar, sus hijos eran un gran problema en la guardería. Seungmin nunca pensó que Yejun sería la clase de niño que le tiraría las mechas a un compañero, aún era muy pequeño e inocente para solucionar problemas de niños, Yei todavía era un bebé.
A veces Seungmin no sabía qué hacer, nadie le enseñó cómo ser papá, su madre los visitaba algunos días, y lo ayudaba o corregía, pero la mayor parte del tiempo solo eran Yejun, Jiwoo y él. Agradecía con todo su corazón a Jiwoo; la tía de su hijo, vive con ellos y cuida de Yejun cuando tiene turnos de noche en el hospital, sin ella no podría haberlo hecho. Pero la responsabilidad de crianza caía en él, y al tener un hijo con una capacidad mental superior a los bebés de su edad, era difícil enseñarle ciertas cosas.
Se miró al espejos viendo su apariencia, no estaba en las mejores condiciones pero por lo menos se veía muchísimo mejor que antes. Escuchó la puerta del cubículo abrirse, Hyunjin salió vistiendo una camisa limpia, arreglando su corbata azul, se notaba desde lejos que era un hombre de negocios. Seungmin terminó de peinarse, resignado con su cabello tomó sus cosas y caminó dispuesto a irse, Yejun debía estar esperando por él.
—Tienes una hoja en la cabeza—Seungmin se detuvo avergonzado, girándose a Hyunjin. El pelinegro no lo miraba, es más, se estaba tocando el parche en su mejilla con dolor. Seungmin se acercó al espejo de nuevo, tratando de ocultar sus mejillas rojas, movió la cabeza buscando la supuesta hoja pero no la encontraba.
—¿Dónde dices que—Hyunjin salió del baño corriendo, con su chaqueta colgando en la espalda. A Seungmin le tomó unos segundos darse cuenta de la patética trampa que le habían hecho, en su cabello no había nada, era Hyunjin quien le había mentido para retrasarlo.
No eres un niño, no eres un niño...
Se recordó mientras seguía los pasos de Hyunjin a solo unos metros. Era la recta final, nadie le podía culpar.
—¡Señores, es por aquí!—Seungmin chocó con la espalda del más alto, se había detenido tan rápido que no alcanzó a frenar. Los padres se miraron competitivos, sabían que eso no había llegado hasta ahí, Seungmin quería ganarle al desgraciado que no le ayudó a su hijo. Caminaron despacio ante la atenta mirada de la mujer, quien los observaba con una ceja en alto.—Señor Kim, su bebé está durmiendo en la sala de al lado—Seungmin sonrió agradecido, era la hora de su siesta.
—Y la señorita Ha-eun está en el patio jugando con unas amigas—dijo ahora dirigiéndose a Hyunjin, el más alto sonrió de forma genuina, mirando el patio con cariño.
—Gracias—murmuraron los jóvenes, solo pensando en sus amados hijos. La señora asintió dejándolos pasar a la oficina, debían conversar sobre la conducta de Ha-eun y Yejun. Entraron sintiendo la tensión, se sentaron frente a la dulce mujer, Seungmin por su parte nunca había ido a la oficina de la directora ni siquiera en su época estudiantil, y ahora lo hacía por su hijo.
—Como deben saber, Ha-eun y Yejun no se llevan muy bien—rió revisando unas hojas en su escritorio. Hyunjin miró a Seungmin irritado, el azabache le devolvió la mirada—Eun es dos años mayor que Yejun, y este último es demasiado pequeño para jugar normalmente con sus otros compañeros, muchas veces lo empujan o lo lastiman—Seungmin apretó el bolso en su estómago, la idea de ver a Yejun tirado en el suelo triste le hacía sentir impotencia—Obviamente los otros niños no lo hacen con intención, no saben que Yejun es muy delicado y bajito de estatura, no lo ven y pasan sobre él.
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𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐟𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐬𝐨𝐧/ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ
FanfictionDe tal padre, tal hijo. Yejun y Ha-eun se odian, tanto que se tiran las mechas en la guardería. Seungmin y Hyunjin no pueden ni verse cuando van a recoger a sus hijos en la tarde, las ganas de lanzarse uno encima del otro no las puede apagar ni el a...