Slut Shaming

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Himiko POV

Sus ojos me juzgaban mientras cada uno de ellos trataba de adivinar dónde estaba pero en ese momento sus frías miradas estaban fijas en el moretón en mi cuello. Traté de ocultarlo pero resulta difícil cuando tienes que correr del parque hasta acá.

Volteé a ver al bar y vi a Twice hablando consigo mismo y Dabi se recargaba firmemente contra la pared sin decir una palabra pero juzgandome con la mirada. El me odiaba y estaba claro que desconfiaba de mí, no era que me importara pero debí haber pasado a mi departamento antes de venir.

Todos mis nervios estaban de punta mientras Tomura entraba al cuarto con sus hombros caídos y con el sujeto niebla detrás de él, teniendo esta mirada asesina que parecía hacer hoyos a través de mi cuerpo. Pero el hombre niebla, Kurogiri, no podía saber lo que pensaba de mí. Era difícil leerlo cuando no podía ver su estúpido rostro, no había nada mas que sombras. No había forma de que supiera que tan inconveniente era eso para mi.

"Faltaste a la misión. Tienes suerte de que Dabi y Twice estuvieran ahí para ocupar tu ausencia y otra cosa. ¿Qué demonios es eso en tu cuello?" me reí nerviosamente mientras sentía como una sonrisa tonta intentaba apoderarse de mi cara haciéndome mirar hacia el suelo.

"Me mordió un perro." Levanté la vista de mis pies cuando escuché a Tomura caminando hacia mí. Moví mi mano a mi espalda hasta que sentí el mango de mi navaja. Con cada paso que daba sentía como mi cuerpo se llenaba de adrenalina por el peligro inminente.

"Qué raro, a mi me parece más las marcas de un adolescente calenturiento. ¿Ustedes que creen? Twice, ¿Crees que esta bien haber cubierto a Toga solo por que quería tener sexo?" Pude escuchar a Twice decir si antes de que dijera que estaba disgustado con otra voz. Como quería rajarles sus sucios cuellos.

Esta ira maniaca me llenaba hasta los huesos de energía mientras pensaba en como la noche perfecta que tuve fue arruinada por estos idiotas. Los muy malditos no me iban a avergonzar por tener sexo. No es como si necesitara estar ahí, ellos podían con la misión sin mi.

"Personalmente no me importa. Estoy feliz de que esa perra loca no viniera con nosotros, fue bueno trabajar en paz por una vez." Voltee a ver y vi la mirada seria que tenía Dabi pero podía ver en sus ojos que no decía en serio ni una palabra que dijera. Estaba enojado que tuviera que cubrir mi descuido pero ¿por qué no le dijo nada a Tomura?

La voz helada de Tomura me cortó con su tono arrogante, deseando poder cubrirlo en sangre. "La próxima vez que pienses que una verga es mas importante que la misión, te convertiré en polvo." Le gruñí en voz alta antes de salir del cuarto. Sin haberlo notado, en algún momento, Dabi se había escapado.

Trote rápidamente afuera al callejón detrás del bar solo para encontrar a Dabi con su capucha puesta, caminando lentamente hacia la calle. "¡Espera!" Corrí rápido hacia él mientras el callejón solo se escuchaban mis pasos. "Lamento haberme perdido la misión pero estoy confundida. Obviamente estas molesto que yo lo olvidara así que dime, ¿Por que no te quejaste? Pudiste haberte desecho de mi."

Dabi respiro profundamente y luego me dio una mirada fulminante, sus ojos azules se encendieron con una ira desconocida pero en vez de decir algo él simplemente dejó un largo suspiro y empezó a alejarse, mientras movía su mano sobre su hombre. "No hay ninguna razón, simplemente pensé que sería aburrido sin tus locuras."

Me quedé ahí por un momento conmocionada antes de reaccionar e ir hacia mi departamento. Mientras caminaba en el oscuro callejón, recordé mi noche con Katsuki una y otra vez. Mis labios vibraban excitados mientras trataba de suprimir un gemido que se estaba formando en mi garganta.

Una vez ahí camine entre el silencioso pasillo y arrastre mis pies sobre el piso de madera, ignorando el olor a pino y el polvo que se estaba acumulando sobre los muebles. Concentré toda mi energía en mantenerme despierta hasta que logre llegar al cuarto y caí rendida sobre mi cama.

"Adiós mundo. Voy a tomar la siesta más larga de mi vida y estoy segura que para cuando despierte será hasta la tarde." Pensé para mi misma mientras olía por última vez la chaqueta que tenía puesta antes de caer rendida por el sueño. "Solo cuatro días más hasta nuestra cita oficial, espero que sea tan buena como esta." La sonrisa triunfante de Katsuki fue lo último que me vino a la mente antes de cerrar los ojos. 

El héroe y la villana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora