Descubierta

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Himiko POV

Me senté en silencio en la bodega, el olor a de las viejas cajas impregnaba mi nariz. Twice está hablando con sí mismo mientras que Dabi se recargaba contra la pared, clavándome dagas como si hubiera hecho algo malo. Sus fríos ojos azul topacio parecían observar cada movimiento que hacía, hasta el más mínimo movimiento hacía que apretara su mandíbula y sus ojos se llenaron de ira.

No es como si hubiera hecho algo malo. No había llegado tarde a ninguna reunión últimamente y había completado todos mis trabajos sin fallas así que no había ninguna razón para que estuvieran enojados conmigo.

Pero aunque los otros no me vieran tan fríamente como Dabi, podía sentir la tensión llenar el aire, como si todos estuvieran sentados al borde de sus asientos solo porque yo estaba en el cuarto. ¿Que podría estar mal?

Fui sacada de mis pensamientos cuando la puerta fue abierta de un golpe y Tomura apareció, haciendo su camino hacia mi. Sus ojos rojos estaban iluminados de furia y dolor, y esa mirada decía que estaba dirigida a mi.

Mi corazón empezó a latir fuertemente en mis oídos, bloqueando todo pensamiento mientras una ansiedad tomaba mi pecho. Ondas esporádicas de dolor y ansiedad cursaron mi cuerpo mientras mi mente pensaba en las posibilidades. Pero su mente siempre volvía a esa sonrisa brillante de dios de la guerra que tenía Katsuki hace un par de días. ¿Por qué era eso lo único en lo que pensaba en estos momentos?

Tengo que escapar. Esa pequeña voz en mi cabeza me gritaba, no me rogaba, que corriera de ahí, que corriera a los brazos del hombre que amaba. El hombre que parecía hacerme cambiar para bien.

Pero la única salida estaba resguardada, Twice y Dabi recargándose contra el marco de la entrada mientras Tomura se acercaba mas y mas hacia mi, sus manos colocadas peligrosamente sobre su cuerpo mientras esta aura oscura lo rodeaba. Prácticamente podía ver su aura asesina desde aquí. Este podría ser mi fin.

Entonces lo senti, esta molestia punzante en la parte de atrás de mi cabeza que se transformaba en un ardiente dolor que recorría todo mi cuerpo.

Mientras intentaba resistir el gritar a todo pulmón, pude sentir el miedo apoderarse de mi corazón mientras Tomura se agachaba, conectando una patada en mi pecho antes de llevar su puño contra mi rostro. No importaba cuánto deseara pelear, tomar mis cuchillos y cortarlo en pedacitos y verlo morir en un charco de su propia sangre, todo en lo que podía pensar era en Katsuki y como estaban tras de él. Lo matarian o lo harían pasar a su lado para salvar mi vida.

¿Por que estaba pasando esto? ¿Cómo es que termino asi?

Sentí como me desmayaba cuando una sensación ardiente marcaba mi piel, forzandome a abrir mis ojos de par en par. Mis ojos escaneaban el lugar hasta que cayeron sobre Dabi, su puño apretado fuertemente al punto que sus nudillos estaban blancos mientras se acercaba a mi.

Unas brillantes llamas azules se encendieron en sus manos mientras esa sensación caliente llegaba a mi rostro otra vez. Pude oler el olor de mi piel quemándose mientras sus piernas se encendían con sus flamas azules antes de que empezara a patearme repetidamente en las costillas.

Mi corazón se aceleró cuando el sonido de mis latidos retumbaban en mis oídos como si fueran las últimas notas de una canción. El dolor llenaba cada fibra de mi cuerpo, intenso y absorbente, forzando fuera cualquier pensamiento coherente y dejándome con nada más que dolor y miedo.

Para cuando Dabi y Tomura habían terminado tomando turnos para golpearme, apenas podía mantener los ojos abiertos pero un solo pensamiento me forzó a levantarse.

Tenía que advertirle antes de que fueran por él. Antes de que lo mataran para hacerme sufrir.

Voltee a ver a mis "compañeros" con mi ojo izquierdo, mi ojo derecho estaba tan hinchado que no podía ver nada más que oscuridad mientras con mi ojo bueno veía a Tomura, sus ojos me veían como un tigre que estaba listo para saltar hacia su presa.

Sus fríos ojos rojos parecían obscurecerse en una negrura mientras la locura se apoderaba de su rostro. "Traerás al muchacho en 24 horas o lo mataremos." Antes de que pudiera pensarlo, me abalancé con una daga en mi mano, dejando que la cuchilla y mi brazo cortaran el aire a centímetros de su garganta.

Prácticamente podía saborear su sangre cuando solté un aullido de dolor mientras mi brazo era aplastado bajo la bota de Dabi.

"Ahora tienes 12 horas. Date prisa." Dabi levantó su pie y sintió como un alivio recorrió su cuerpo pero pronto desapareció cuando dio un segundo pisotón a mi brazo. Todos mis huesos crujieron bajo su pie mientras me desmayaba, haciendo que todo pensamiento de supervivencia abandonara mi cuerpo mientras sólo sentía un frío entumecimiento.

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Me desperté por el sonido del tráfico afuera de la bodega, parpadeando mis ojos pero solo mi ojo izquierdo se abrió, revelando un cielo oscuro. Las estrellas brillaban por encima mientra la luna se escondía detrás de unas nubes.

Me esforcé para pararme mientras mis músculos crujían y se quejaban del dolor pero tenía que llegar a él, sin importar el riesgo ni que me pasara a mi. Me esforcé y tambaleé mientras caminaba por las calles y callejones. Note las miradas preocupadas que la gente me daba, segura de que estaban confundidos de ver a una chica ensangrentada y golpeada caminando por la ciudad en vez de ir al hospital, pero Katsuki debía saber, que sabían acerca de nosotros.

¿Pero cómo pudieron enterarse? Todo el tiempo que estuvieron juntos, de todas las veces que fue a mi casa o que yo estuve en los dormitorios, fuimos muy cuidadosos pero ellos sabían. ¿Acaso fue por la rata en la escuela?

Aparte la vista de mis pensamientos cuando vi la U.A. en la distancia, pero mis ojos fueron hacia los dormitorios de la clase 1-A. La mayoría de las luces estaban encendidas pero cuando vi hacia el cuarto de Katsuki estaba obscuro. Sabía cual era y como llegar al balcón y la ventana, había subido suficiente veces como para saber cómo llegar.

Pero no había forma que pudiera llegar ahí, con todas mis heridas era incluso sorprendente que pudiera estar de pie. Me dirigí cojeando, poniendo tomo mi peso en mi pierna sana mientras arrastraba la rota detrás de mí. Cada paso hacia que mis huesos dolieran y cuando mi pie roto chocó contra una roca quise gritar de dolor pero aguanté mis ganas, tenía que asegurarme que nadie me detuviera y tenía que llegar al campus sin activar ninguna alarma como lo había hecho varias veces.

Estaba tan perdida en mis pensamientos que no note que estaba parada frente a la gran puerta de los dormitorios. Bueno, aquí vamos.

Empuje las dos puertas de cristal solo para encontrar un largo pasillo que llevaba a la sala común. De ahí pude escuchar unas risas de alegría así que sabía que Katsuki no estaría ahí.

"¿Qué estás haciendo aquí? ¡Oh por dios, ¿Estas bien?!" Conocía esa voz preocupada, era Kirishima.

Cuando levanté la vista vi sus picudos cabellos carmesí y sus ojos rojos escaneando mi cara. "Vamos, levántate. Hay que llevarte al sofá. ¡Katsuki, baja ahora mismo! ¡Es Himiko!"

Su voz sonaba desesperada mientras me levantaba del suelo, ni siquiera había notado que me había caído. Sentí como sus brazos rodeándome mientras me cargaba y mi cabello caía en mi rostro y cubrirlo mientras el me recostaba sobre el sofá, los suaves cojines rebotaban debajo de mí mientras las risas alegres se convirtieron en susurros.

Mis ojos se cerraban lentamente mientras los ansiosos susurros se convirtieron en unos gritos de enojo, haciendo que una sonrisa apareciera en mis labios rotos. Katsuki.

El héroe y la villana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora