Diverso

4. Padrastro

Balanceó su mano izquierda con ligereza ignorando el tintineo de los hielos en aquel vaso de whiskey que colgaba de las yemas de sus dedos. Tragó lento el líquido que había retenido por segundos en su boca sintiendo, en efecto, todos los sabores deliciosos que producía, dulce en la punta de su lengua, agrio por los costados y amargo por el fondo. Cada uno de los sabores podría haber pasado desapercibido si no fuera por la costumbre de los mismos sobre la experta lengua, pues haciendo competencia a ellos se encontraba un sensual cuerpo dando vueltas eróticas en aquel tubo vertical que se aseguraba al techo y piso de la habitación.

La alfa aspiró profundo para captar el delicioso aroma del lubricante cuando Taehyung se inclinó frente a ella dejándole una provocativa vista de los grandes glúteos abriéndose. El fino hilillo de la pequeña braga no llegaba a cubrir por completo al jugoso agujerito rojizo que apretaba firmemente el acorazonado plug violeta. Las manos delicadas provocaron un chasquido al chocar con los costados de las carnosas piernas haciendo temblar los montículos blandos; ambas manos subieron con lentitud hasta apretar ambos cachetes y dejar sus marcas rojas sobre la piel canela. La alfa bajó su mano del reposabrazos del sofá único en el que encontraba sentada para acomodar su molesta erección dentro de sus pantalones sin despegar la vista de su omega. El moreno se enderezó y avanzó hasta sujetarse una última vez del tubo para dar una vuelta, descender suavemente y acabar con un perfecto Split sobre el piso en sincronía al término de la sensual canción de fondo. Taehyung esperó unos segundos para poder levantarse del suelo y recuperar el ritmo de su respiración.

La alfa tomó un último trago de su amargo líquido mirando cómo las traviesas manos de su bebé jugueteaban entre ellas mostrando una pequeña timidez. Romina soltó un ligero bufido irónico mientras encogía sus hombros y dejaba el vaso en algún rincón de la mesa al costado, le parecía cómico el dualismo de aquel hermoso muchacho.

— Acércate, amor. — demandó roncamente.

El cuerpecito canela quedó justo entre sus piernas abiertas haciéndola enderezar su torso y colocar, en menos de un segundo, sus manos sobre él. Acarició con ternura la cintura fina, bajando hasta las redondeadas caderas y las regordetas piernas, escuchando un pequeño jadeo de la boquita ajena. Su mirada rápidamente pasó al perfecto rostro sonrojado de su menor, quien se mordió el labio de vergüenza por aquel sonido placentero. La alfa sonrió ladina mientras extendía su brazo para jalar con cortesía el gordito labio inferior y poder morderlo con suavidad entre sus dientes. Taehyung soltó otro jadeo, un poco más ruidoso esta vez.

La misma mano se dejó caer poco a poco, disfrutando de ver el contraste de pieles y el erice de vellos en el cuerpo contrario. Bajó lentamente por el cuello, acariciando la dulce manzana de adán y sus marcas de pertenencia; por el pecho, pellizcando con delicadeza un pezoncito hasta endurecerlo sobre la tela; por la pancita blanda hasta llegar al falo apresado por la transparente tela de encaje. Taehyung gimió cuando la alfa acarició por un segundo el lloroso falo.

La alfa dejó ir su labio inferior que apresó de manera inconsciente en todo el trayecto de veneración al precioso cuerpo de su omega; mientras ascendía su mano por los mismos rincones acariciados previamente. Tomó un puñado de cabellos grisáceos jalando con gentileza para hablar roncamente sobre la orejita rosácea.

— Siéntate.

El omega con rapidez recogió una de sus piernas para colocar la rodilla al costado restante del asiento donde se encontraba su alfa, repitiendo la acción con la otra.

— Obediente bebé. — susurró con dulzura mientras la mano libre acariciaba una carnosa pierna.

La mano que apresaba los cabellos sedosos cayó por la delicada curva de la espalda del menor hasta uno de los glúteos provocando ligeros temblores en el menudo cuerpecito.