Diverso

10. No destinados

Qué fue, gentita.

🚨Ligera mención de boypussy.

Yo sé que mi descripción dice fluff pero mi corazón me dijo termina esta vaina medio triste. A ver qué pasa, es mi primer intento.
Btw, una disculpa por los errores

Extensión: +2K
                         _________*_________

Número desconocido
+XX XXX XXX XXX

Margie frunció las cejas y parpadeó con rapidez tratando de enfocar el número de la pantalla. Tenía la visión periférica nublada y oscurecida, además de un ligero picor por las pequeñas láminas de sudor que habían caído en sus fanales luego de tres horas seguidas de baile en aquel club de mala muerte.

Entrecerró los ojos esta vez, dándose cuenta que parpadeando no lograba más que ardor, así que manteniendo la vista sobre uno de los primeros números, esperó a que la nitidez invadiera su sentido.
No lo hizo.

Se encogió de hombros y eruptó antes de contestar a quién sea que estaba detrás de la pantalla.

— ¿Aló?

Otro burbujeo escaló por su estómago, ascendiendo con rapidez por su esófago hasta aparecer por la profundidad de su boca. Se llevó el dorso de la mano a los labios para cubrirla sin soltar la lata de cerveza que sostenía.

— Hola.

Entonces lo que salió de su boca no fue un erupto.
Fue un nombre.

— ¿Taehyung?

La neblina, el picor, el mareo, la somnolencia, la tranquilidad y el burbujero pasaron a segundo plano cuando fue golpeada severamente por ese desagradable sentimiento de rencor.
La sangre caliente enfureciendo su sistema, la respiración acelerándose de a pocos y la fuerza acoplándose en sus manos. La lata se deformó en su derecha, chirriando metálicamente.

— ¿Qué haces en una fiesta? Son las tres de la madrugada.

La morena tragó saliva cuando identificó el típico sonido ronco de recién levantado del omega. Su loba aulló ruidosa, tal vez llamando a su destinado con angustia.

Patética.

— ¿Si me escuchaste? Son las tres, mañana tienes clase y entrenamiento. ¿Crees que levantarás? Yuna dijo que no toleraría otra tardanza tuya y...

— Estas no son horas de llamar, Taehyung.

Silencio.

— Creo que te lo dejé claro. ¿Verdad?

Esperaba que su tono hosco y seco sea capaz de descolocar al menor. Así como la descolocó a ella escucharlo luego de tres semanas por un maldito teléfono celular.

— Yo... Me preocupo por ti. — susurró bajito

Soltó un bufido sarcástico. Esperó unos segundos antes de volver a hablar.

— Estas no son horas de llamar, cariño, a menos que quieras follar.

Un silencio y la ligera respiración de Taehyung comenzaba a subir su volumen. La morena sonrió de lado, el monstruo rencoroso complaciéndose por el comienzo de un inevitable llanto al otro lado de la línea.

— ¿Qué quieres, Taehyung? ¿Por qué estás  llamándome a esta hora?

— Solo... Ya te lo dije — susurró tembloroso — M-me preocupo.

La morena soltó otra risa sarcástica, la ira notándose en aquel gesto tan simple.

— Conozco esa actitud, Taehyung. Sabes cómo doblegarme, sabes cómo volverme débil pero déjame decirte que esta vez... — las comisuras elevadas con ironía bajando con lentitud, el gesto transformándose en odio. — Esta vez gano yo.